Aleinad Mina
El universo literario de Jorge Luis Borges tiene una gran complejidad, una de las estrategias narrativas presentes en su obra es la noción de mundos posibles. El escritor argentino, con su imaginación hizo que la ficción y la filosofía conformaran realidades, mundos alternos que parten de las posibilidades e imposibilidades mismas de la realidad. La literatura borgeana, siguiendo con la tesis de Juan Manuel Campos Benítez, nos permite entender la literatura como un acercamiento a la noción filosófica de mundos posibles. Borges es el acceso a mundos mágicos, pero ¿qué sentido tiene ir más allá de la realidad para imaginar mundos posibles?
Los mundos posibles son una noción filosófica que, a partir de la vida real, nos permite pensar cómo es el mundo y en las posibilidades de lo que puede ser. Por eso, la literatura desde el punto de vista de ficción puede acercarnos a esas otras maneras en las que el mundo se puede construir. Desde el ámbito filosófico esto es muy importante porque nos hace comprender cómo el mundo es en la actualidad, sólo como una posibilidad entre muchas otras posibilidades, es decir, entre muchos otros mundos posibles y distintos al que conocemos.
Así podemos distinguir, por ejemplo, que hay hechos que son necesarios para este mundo como el hecho de que todo ser humano va a morir en algún momento de su vida y los hechos que no determinan o son contingentes, que pudieron ser o no de esa manera, todas las implicaciones que se desprenden de esos modos, y además todas las posibilidades lógicas que permiten construir realidades alternativas a nuestra realidad. Estas variaciones del mundo actual tienen un fundamento en la realidad actual, pero se asume que ésta no es determinante pues existe la posibilidad de ser de otra manera. Estos mundos son reales en la medida en que existe la posibilidad lógica de que sean posibles. De modo que la realidad es tan múltiple como la imaginación y la razón lo reflejan.
La literatura de Jorge Luis Borges se enriquece de diversos ítems filosóficos, como la noción de mundos posibles. Asume Campos Benítez que «Cada posibilidad abre nuevas posibilidades, se bifurca […] es también un camino que lleva, precisamente como en el nombre de un cuento de Borges, a senderos que se bifurcan», y esta idea se impregna en distintos poemas y cuentos del autor argentino.
«El jardín de senderos que se bifurcan» es un cuento escrito en 1941 por Borges en el que se presenta la noción de mundos posibles. En palabras de Borges: » En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts’ui Pên, opta -simultáneamente- por todas». A partir de la metáfora del tiempo, el autor nos comparte como un hecho ocurre de manera simultánea de distintas maneras, y, en consecuencia, el desenlace de las consecuencias infinitas, de cómo pudieron haber pasado las cosas.