• Los feminicidios que se cometen a este grupo no tienen la misma cobertura en medios
  • Los matrimonios en las comunidades aún son ‘arreglados’ y son señaladas si abortan
  • El 59% de estas féminas, han experimentado algún tipo de violencia

María Escalante García

México cuenta con 68 pueblos indígenas distribuidos por todo el país, actualmente suman 11 millones de habitantes, es decir 10 por ciento del total de la población. En los pueblos indígenas las mujeres se encuentran entre la población más excluida y con un alto riesgo de vivir violencia. Se estima que 59% de las mujeres indígenas ha experimentado algún tipo de violencia -emocional, física, sexual, económica, patrimonial o discriminación laboral- a lo largo de su vida.

Las mujeres indígenas que son víctimas de feminicidios pasan desapercibidas, el trato mediático que le da la prensa a este delito es distinto cuando se trata de un feminicidio indígena. En febrero de este año, autoridades ejidales hallaron el cuerpo de una mujer indígena en estado de descomposición, en la zona norte de Veracruz, su ropa estaba desgarrada y tenía indicios de haber sido violada, de este caso la prensa no dio más cobertura.

A este problema se suma que en la población indígena los matrimonios se llevan a cabo a edades más tempranas. En el grupo de edad de 15 a 19 años, el 19.3% de mujeres y el 7.2% de los hombres ya han contraído nupcias. Esto significa que las mujeres indígenas inician su vida reproductiva más jóvenes (alrededor de los 18 años) por lo cual pasan mucho tiempo de su vida dedicadas a la crianza de sus hijos e hijas, lo que reduce sus posibilidades de estudiar y trabajar fuera del hogar.

Hermelinda Tiburcio, líder mixteca de Guerrero, narra que en la región Na Savi los matrimonios aún se arreglan por dinero. «La mujer cuesta de 50 mil a 250 mil pesos, y los síndicos procuradores están presentes y cuentan el dinero, los comisarios también cuentan el dinero», denunció.

Además, las mujeres indígenas tienen más riesgos de presentar enfermedades hipertensivas durante el embarazo, abortos que muchas veces son espontáneos o inducidos -lo que incluso provoca que sean señaladas-, hemorragias, infecciones puerperales, y otras complicaciones.

La participación de las mujeres indígenas en la política es muy baja de hecho existen comunidades en dónde las mujeres no pueden votar en las asambleas, por lo que es necesario fomentar la participación de las mujeres en la toma de decisiones en asuntos públicos y comunitarios.

Asesinatos no tienen misma cobertura mediática

La muerte provocada a mujeres indígenas por su condición de mujer y etnia no tiene la misma cobertura en los medios, ni en la opinión pública, así fue el caso de Paty una menor de doce años de edad, quien la mañana del 19 de agosto del año pasado su cuerpo apareció tirado en un paraje entre San Martín y la comunidad de Nachig en Chiapas.

La menor fue atacada por tres sujetos, entre ellos un menor de 16 años de edad, quienes abusaron sexualmente de ella para posteriormente asesinarla. Las mujeres y niñas indígenas en México, viven día con día discriminación y violencia social a causa de su condición de género, la desigualdad que enfrentan, su situación social e identidad étnica y por la subordinación en un sistema desinteresado en las comunidades indígenas.

El feminicidio de Paty, como el de otras mujeres víctimas en las comunidades indígenas, pasa desapercibido en los medios de comunicación nacionales y en las Fiscalías donde no existe una especialización para atender a mujeres que son víctimas de violencia.

¿Indígenas secuestran a policías?

En marzo de 2006 durante el sexenio todavía del panista Vicente Fox las indígenas hñähñú Jacinta Francisco Marcial, Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio, fueron encarceladas injustamente por más de tres años, acusadas por el secuestro de seis policías federales, luego de un frustrado operativo contra la venta de piratería en el tianguis de la comunidad de Santiago Mexquititlán en Querétaro.

A pesar de no que no existían pruebas en su contra, que los agentes supuestamente secuestrados no ratificaron su acusación, que hubo violaciones al debido proceso porque no contaron un intérprete y las detuvieron sin orden de aprehensión, fueron condenadas a 21 años de prisión, sentencia que luego se confirmó en segunda instancia, pero entre 2009 y 2010 fueron liberadas después de que la SCJN revocará la sentencia. Fue hasta 2017 cuando estas mujeres acusadas injustamente recibieron una disculpa pública por parte de la entonces PGR.

 Recomendación de la ONU

El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) de la ONU emitió hace poco una serie de recomendaciones al Estado Mexicano sobre la situación de discriminación racial que prevalece en el país, haciendo énfasis en las múltiples formas de discriminación que afectan, particularmente, a las mujeres indígenas en México.

El CERD pidió al gobierno de López Obrador asegurarse de que “las mujeres indígenas y afromexicanas tengan acceso efectivo y adecuado a empleo, educación y salud, así como a su plena participación en los asuntos públicos, tomando debidamente en cuenta las diferencias culturales y lingüísticas”.

De igual manera recalcó que se debe garantizar el acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres indígenas y afromexicanas con pertinencia cultural, entre otros mediante el fortalecimiento la atención durante el embarazo, parto y puerperio con un enfoque humanizado por parte de la Secretaría de Salud.

Mujeres indígenas se unieron al paro nacional…

Mujeres indígenas de distintas comunidades se unieron al movimiento #UnDíaSinNosotras, desde la semana pasada varios grupos de mujeres indígenas como el EZLN y liderados por el Frente Único del Campo (FAC), UNTA, CIOAC, MST y CODUC, manifestaron sumarse al paro nacional.

Estos grupos sostuvieron que la violencia de género no debe focalizarse nada más en zonas urbanas ya que el medio rural también lo padece, aunque pretendan hacerla invisible por falta de estadísticas confiables pues refieren que las campesinas e indígenas, padecen violencia de género en lo cultural, social, asistencial y productivo desde que nacen hasta que mueren.