Pedro Flores   

Estados Unidos acaba de dar un solemne golpe a las próximas elecciones del 6 de junio del presente año al señalar que el crimen organizado “controla” el 35% del territorio nacional de México, en lo que llamó “zonas no gobernadas”, a eso lo agregamos el voto de castigo femenino, las desapariciones, el desempleo, el miedo la pandemia y la total inseguridad, provocará un miedo a asistir a las votaciones que puede originar un abstencionismo de más de 50%. 

El general Glen VanHerck, comandante del Comando Norte de Estados Unidos responsable de seguridad en Estados Unidos, Canadá y México no se anduvo por las ramas y calificó de problema de seguridad nacional para su país, la inestabilidad que crean en el territorio nacional y en las fronteras, los Cárteles de Sinaloa y Jalisco: “casualmente” horas después se dijo que EU iba a prestar vacunas a México… pero que endureciera la seguridad en sus fronteras  

El miedo a salir a votar es real, en 10 meses han sido asesinados a 103 políticos y aspirantes a puestos de elección popular, en sus propias zonas de influencia, situación que inhibe a la población a salir a votar, además el temor y desconfianza originada por la creciente crisis de seguridad y la incapacidad del gobierno para responder a la ciudadanía.  

Y si bien el militar de EU no mencionó estados en donde “no hay gobierno oficial” la doctora Paloma Mendoza Cortés, egresada del William J. Perry Center for Hemispheric Defense Studies, CHDS National Defense University, de Washington, señala en un estudio que en el ámbito electoral, los riesgos de violencia son mayores en entidades como Veracruz, Guerrero y Oaxaca, Colima, Baja California, Guanajuato, Chihuahua, Zacatecas, Sonora, Michoacán, Morelos, Guerrero y Quintana Roo, y es lógico que en esos estados “alguien” impondrá candidatos y no van a ser los partidos políticos.  

El resentimiento social, decía con toda razón en una ocasión el amigo Luis Rubio, es una gran oportunidad, pero también constituye un enorme riesgo de convertir al resentimiento en una bomba que destruya todo, y el peligro es mayor de lo que uno piensa, esa es la disyuntiva por la que atraviesa el actual gobierno.  

Las estadísticas no mienten el INE asegura que en el 2018 los más participativos fueron los grupos de 60 a 69, por eso cayeron como “anillo al dedo” y han buscado por todos los medios asegurar su voto con lo de las vacunas contra el “Covid” para que los compañeros ancianos sigan diciendo, “Las vacunas nos las dio López Obrador igual que las tarjetas de bienestar y voten por él”.  

Con esta acción se buscará contrarrestar, el malestar a nivel nacional del voto femenino y su influencia en los próximos comicios, recordando que, en 2018, según el INEGI se calcula que el 62.3 por ciento del electorado que acudió a emitir su voto en la Jornada Electoral del año 2018 fueron mujeres en tanto que sólo el 58.1 fueron hombres, este fenómeno se dio antes de la cifra escalofriante, que se da en el país en donde se padecen de 7 a 10 feminicidios y más de 50 violaciones a diario.  

A lo anterior se le agregan los resultados de la agrupación: “Acción Ciudadana Frente a la Pobreza”, que encabeza Rogelio Gómez Hermosillo, quien informa que la tasa de desempleo se disparó hasta 33 por ciento, y los trabajos perdidos durante la pandemia de Covid-19 son casi 12 millones. Indicó que a inicio de año había alrededor de 7 millones 700 mil personas sin empleo y actualmente son más de 21 millones y eso origina un mayor resentimiento social.  

Y a lo anterior agregamos los centenares de muertos no oficializados, no sólo de Covid-19, sino por la escasez de medicinas en todos los hospitales del país y las demandas de los padres por la carencia de medicinas contra el cáncer, producto de la “lucha contra la corrupción” y la inexperiencia, del boicot a farmacéuticas y de compras a destiempo que costaron 85 millones de dólares por la comisión, ha incrementado el malestar social.  

Si bien el aparato publicitario gubernamental es muy amplio y el mismo presidente dice que se hay un billón 300 mil millones de pesos en compras y contratos, tiene además todo lo que se “ahorro” con la desaparición de fideicomisos, guarderías, la rifa del avión le han dado un fondo electoral muy abundante.  

Pero los hechos y la otra realidad del grueso de la sociedad, en donde muchos tienen que delinquir para poder comer o comprar una medicina, provocan irremediablemente un gran resentimiento social se reflejará en las próximas elecciones, téngalo por seguro, en donde habrá pánico por la inseguridad en todo y hará crecer el abstencionismo más de lo esperado por la 4T.