Rafael H. Rivera P.
Tal pareciera que hemos dejado pasar la oportunidad de bocetar y dibujar lo que se esperaba que podría ser la Protección Civil del Siglo XXI.
En 1998, el entonces Director General de Protección Civil del Distrito Federal, Luis Wintergerst Toledo, en las reuniones con sus directores y subdirectores, pedía que imaginaran cómo podría ser la Protección Civil del Siglo XXI, algunos trataron de transformar la visión que se tenía del manejo de las emergencias y principalmente de la prevención.
En ese tiempo se planteaba la posibilidad de hacer un Macro Simulacro y se estudiaba la forma de hacer llegar el alertamiento sísmico y los mensajes de ejercicio de emergencia a la población, incluso con postes que activaran sirenas tipo costera.
Hoy, eso ya es una realidad, sin embargo, no se ha avanzado mucho en materia de prevención, por un lado, tenemos simulacros inconexos, que parecieran por impulso de quien toma una decisión por contentillo.
Se impulsa una capacitación a la población que un día es para Comités Comunitarios, otro como Brigadista y a veces para la elaboración del Plan Familiar, sin poder aterrizar en un propósito.
Planes de estudio que todavía no contemplan una materia que enseñe lo mínimo indispensable en prevención, suponiendo que con un simulacro (o diez) al año bastan.
Lejos estamos de acercarnos al momento en que, al activarse la alerta sísmica, cada quien haga lo que tiene que hacer, nos acercamos, más por sentido común y por iniciativas individuales; aún falta camino por recorrer para no destituir a quien por error (falta de presupuesto histórico) hizo que se activara el alertamiento y en realidad se busquen soluciones a largo plazo
Lejos vemos todavía la Protección Civil del Siglo XXI.