• El contento del pueblo sabio, bueno y feliz, lo pagaremos todos

Miguel A. Rocha Valencia

Si no fuera porque el entorno económico se muestra amenazante, estaríamos dispuestos a aceptar la aseveración presidencial de que “el pueblo está feliz, feliz, feliz, hay un ambiente de felicidad”.

Quisiéramos creer que como dice, “el pueblo está muy contento, mucho muy contento, alegres. Entonces, no hay mal humor social».

Peor no sabemos en qué mundo vivirá el presidente de la República, al asegurar que “el pueblo es muy feliz, que ya es otro y sabe identificar quien es bueno y le ayuda”.

Lo dice con tal convicción que habré de desechar temores y malos augurios derivados de la contracción económica que se da por factores internos y se agravan por la guerra comercial que desataron Estados Unidos y China.

Habré de descartar los signos recesivos que se dan luego de dos trimestres de casi cero crecimiento y que, en el corto plazo no se ve por dónde pueda mejorar la economía.

Pero si la entrega de dádivas a personas que intentan trabajar o estudiar es la medida de la bonanza de que habla López Obrador, entonces volveré a preocuparme, porque ese programa a fondo perdido, sin crecimiento o desarrollo, los mexicanos habremos de pagarlo primero, con nuestros impuestos y luego, seguramente con deuda al no registrar ingresos tributarios que daría un aumento en la actividad económica.

Es decir, de acuerdo con el jefe del Ejecutivo, estamos en una fiesta bien divertida donde todo es felicidad, pero al final de la misma habrá que pagar las facturas y sufrir la “cruda realidad” de una economía ficción donde nos dedicamos a gastar pero sin producir.

Eso es lo preocupante, porque quienes están en la fiesta al menos se divierten, los de la 4T, pero lo demás, lo pagamos todos los mexicanos con desempleo, caída del ingreso, falta de crecimiento y desarrollo.

Ojalá que no salga muy caro mantener el contento del pueblo sabio y bueno, porque de ser así, representará muchos sacrificios para quienes contamos con un empleo y muchos más para los que se queden sin trabajo.

El reporte de cómo va la fiesta de felicidad de la Cuatro T, lo dará López Obrador en su informe, cualquiera que sea y las facturas, llegarán más tarde o temprano, pero llegarán.