***Sólo una política distractora que amedrenta, enloda y desprestigia
José Sánchez López
DESDE principios de marzo, el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR amagó con exhibir a “periodistas chayoteros”, esto es a mercaderes de la pluma, cuya encomienda sería hablar bien o mal, según el encargo, de tal o cual personaje, preferente de la política.
Durante su acostumbrada “mañanera” (desperdiciada por cierto por ciertos reporteros que cubren la “fuente”, que podrían cuestionar al mandatario y no lo hacen, lo que origina sospechosismo), LÓPEZ OBRADOR repetía una y otra vez que pronto se conocería la oprobiosa lista.
Su director de Comunicación Social, JESÚS RAMÍREZ CUEVAS, también se sumó alegremente a la cadena de diatribas contra los comunicadores.
Eso sí, para atemperar lo dicho, el presidente LÓPEZ OBRADOR dijo que también había compra de publicidad, “no todo es dinero entregado para comprar lealtades, conciencias, no todo es, como se dice coloquialmente, chayote”.
Después los amagos serían para exhibir a beneficiarios del perdón fiscal, a jueces que liberan delincuentes y también que pondría placas con los nombres de políticos corruptos a las obras que se construirán con lo que les confiscaron.
Estos últimos temas están pendientes, o al menos no han sido tan cacareados como el de los tundemáquinas supuestamente comprados.
El catálogo vergonzante de periodistas “chayoteros”, fue elaborado por la Presidencia de la República y entregado al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.
Ello porque el 8 de mayo, el INAI resolvió que la Presidencia de la República debía recabar y entregar la información relacionada con los nombres de personas físicas y morales que recibieron recursos públicos por publicidad oficial y que el gobierno federal tenía que hacer pública la lista de los periodistas y columnistas que fueron beneficiados por la anterior administración.
Dos y meses y medio después de los reiterados amagos, un diario de circulación nacional, no la Presidencia ni el INAI, dio a conocer los
nombres de 36 de esos periodistas y sus empresas, que habrían sido favorecidos por el presidente. ENRIQUE PEÑA NIETO.
Según los datos del rotativo, JOAQUÍN LÓPEZ DÓRIGA habría sido el mejor pagado, con 251 millones 482 mil pesos a través de cuatro empresas: Ankla Comunicación, Astron Publicidad, Plataforma Digital Joaquín López Dóriga y Premium Digital Group.
Y, desde luego, en el rol también aparecieron los nombres del resto de los demás periodistas, aunque se presume que aún hay más.
Se dieron los cuestionamientos del caso, para definir quién filtró al diario la lista y AMLO respondió que la Presidencia sólo entregó los datos al INAI.
“Bajo palabra de decir verdad, nosotros no dimos a conocer los nombres de quienes recibían estos apoyos para trabajos informativos. Esto tuvo que ver con otras dependencias”.
El mismo diario le respondió al día siguiente y le aclaró que la información la recibió de la propia Presidencia.
Entonces ¿por qué negar lo evidente?
A propósito del periodismo.
El gran HONORÉ DE BALZAC, en el tomo “Ilusiones Perdidas” de su inmortal obra, “La Comedia Humana”, cita una frase que bien vale la pena rememorar:
“Todos los días, para conseguir el pan, voy al mercado donde se compran mentiras y ahí…me pongo a la fila de los vendedores”.
Ahí queda de tarea.
Cabe resaltar que el mismo LÓPEZ OBRADOR ha aceptado, en torno al tema, que los gastos de publicidad gubernamental son necesarios.
Entonces…¿debe darse a conocer solamente la información que hable bien del gobierno y quien no lo haga es porque pertenece a la mafia del periodismo?
Por favor.
Dentro de la política, es común la acusación de enriquecimiento inexplicable, aunque también sería sano el reconocimiento de aquellas raras avis políticas, porque sí las hay, de “empobrecimiento inexplicable”.
Con el debido respeto a la Investidura Presidencial y parodiando al político tabasqueño: ¡SERÉNESE!***AU REVOIR. joebotlle@gmail.com