Miguel Ángel López Farías

Las fallas en el metro provienen de la falta de mantenimiento, no por actos terroristas.

Tres mil millones menos para que los fierros funcionen da como resultado el que las «zapatas” se quemen, los trenes choquen, todo tipo de cortos circuitos se presenten, que cuando llueve los pasillos se inunden, que las centrales de operación ardan en llamas ,que las «ballenas» se desplomen, que las puertas no cierren, que la señalización en las vías de apaguen, que las losas de las paredes se caigan, que los frenos fallen… No estamos en Londres o en Atocha en Madrid, no son los años 2011 o 2012, no estamos en guerra contra los talibanes, no hay atentados musulmanes, vamos, ni siquiera a los carteles se les ha ocurrido venir a armar un narco bloqueo en el metro, ¡NO NOS QUIERAN VENDER ESO!

En el gobierno de Claudia Sheinbaum se han presentado más fallas que en todos los 50 años del sistema, han roto los récords de accidentes y esto tiene una sola conclusión, le quitaron la parte vital del presupuesto para destinarlo a campañas políticas, entiéndase programas sociales, millones, cientos operando para que morena no pierda elecciones.

El metro, los usuarios estamos pagando esto, así como ha ocurrido con la cancelación de compra de medicamentos, mismos que hundió en una crisis de salud a todo el aparato médico del gobierno…el lado más dramático lo vimos con los niños con cáncer, nadie está inventando historias, ahí están los datos… ¿Por qué tendría que ser distinto con el metro?

No nos quisieron escuchar, lo denunciamos en muchas ocasiones, el metro «gritaba» que está muy enfermo, que algo pasaría tarde o temprano, pero no hablamos de la tragedia de la línea tres, sino de la 12, poco antes de que se viniera abajo, matando a 27 personas.

El presidente López Obrador está quemando sus pocas naves para salvar a Claudia, contagiado de esa locura que invade a los mandatarios en su recta final, atrapado por sus propios errores y respirando a sus fantasmas, ha tomado la esquizofrénica ruta de los sabotajes, atentados, terrorismo. Solo que ya pocos le creen, sobre todo los habitantes de la CDMX, más los que utilizamos el metro.

Tenemos conocimiento de que la salud mental en esos estados del poder ya no marcha bien, pero insinuar de que el metro es el blanco de ataque para golpear a su favorita, es de verdad un exceso.

Qué bonita se ve la guardia nacional en los andenes, ¿Haciendo qué? Nadie lo sabe, pues no son técnicos en sistemas eléctricos ni especialistas en material rodante, ¿Para disuadir a quién? Solo que quieran espantar a los vagoneros, ¿La Guardia como resultado de que estrategia? No han podido con la inseguridad en las carreteras, ¿ahora se dedicarán a empujar a los que no caben en los vagones?

Todo es un chiste, un mortal chiste… facturado para que la doctora sea a como dé lugar la candidata.