Lo relevante en la mentira no es nunca su contenido,

sino la finalidad del mentiroso.

Jacques Derrida

Estimados amigos lectores, muchas gracias como siempre por su tiempo para la lectura de la presente columna publicada en tan prestigiado medio de comunicación. El fin de semana se dio una protesta ciudadana en contra de los primeros cinco meses de la administración de Andrés Manuel López Obrador, la marcha se llevó a cabo en la Ciudad de México y otras 20 ciudades más.

Inmediatamente se desató una guerra en redes sociales, sobretodo en Twitter, por saber cuáles fueron los resultados, el número de marchantes que participó. Las fotografías y videos fueron publicados por cientos, fotos verdaderas y también falsas, conservadores contra liberales, fifís contra chairos, mensajes de uno y otro bando, algunos francamente de terror.

Los que apoyan incondicionalmente a López Obrador y quienes lo detestan desde hace años enfrascados en una polaridad que se siente, se palpa en cada charla, en cada café, en cada marcha. Ese es el resultado de campañas de odio, de AMLO y del PAN, de AMLO y del PRI, ahora nadie se hace responsable.

Por supuesto que la mano de políticos estuvo metida en la organización de la marcha, o por lo menos en oportunistas como dicharachero Vicente Fox Quesada, o el provocador de Javier Lozano Alarcón y otros más. Algunos con gorras y lentes intentaron pasar como incognitos, pero siempre hay quien los conoce y los exhibe, es mejor la franqueza en la protesta y tomar postura.

Dentro de todo esto siempre hay puntos rescatables, es una muestra de lo que se ha ganado y que no se puede perder, porque ha costado sangre a los mexicanos. Los inconformes pudieron hacer su protesta, sin que el “régimen autoritario”, como ellos le llaman, les hiciera algún guiño de represión. No hubo pintas ni vidrios rotos, no hubo reporteros agredidos como en otras ocasiones, no hubo provocadores en las calles.

Y es que en los dos bandos, entre los “lopezobradoristas” y sus detractores hay quien se frota las manos por que se active la violencia en las protestas, en el sexenio de Calderón y Peña Nieto era la constante en la Ciudad de México gobernada por Mancera. Por lo menos en esta ocasión se quedaron con las ganas. El mérito es completamente ciudadano, porque de la autoridad es su obligación.

Lo verdaderamente importante de la marcha, es que la inconformidad por el actuar de Andrés Manuel López Obrador, va en aumento, todavía no llega a los números como los de Felipe Calderón, ni los de Enrique Peña Nieto, cuando miles abarrotaban las calles para pedir que renunciaran.

Por ello es un fuerte llamado de atención para López Obrador, la curva de aprendizaje no puede durar más tiempo. Debe entregar resultados palpables, mostrar que tenemos rumbo, y que conste que eso no significa darle gusto a sus detractores, porque ante la evidencia y resultados tendrán que rendirse.

De lo contrario tendrá que aguantar las próximas protestas, estas subirán de tono creando el escenario perfecto para que los violentos actúen. Y la violencia es una gran tentación, la historia nos lo recuerda.

Entre Palabras

¿No qué no?

La cúpula del PRI no quita el dedo del renglón, buscan a toda costa que su nuevo dirigente sea José Narro Robles, para ello hay que eliminar un ejercicio de consulta abierta, se

Buscará a toda costa que sea por delegados, y ahí la gana Narro Robles.

¿Les saldrá la maniobra a Claudia y a su gente?

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Muchas gracias y hasta la próxima.