Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha…

lo chingado es lo pasivo, lo inerte, lo abierto.

Octavio Paz.

Arturo Suárez Ramírez

Estimado lector, le deseo que tenga un buen día. Los miembros del gabinete de la Cuarta Transformación se equivocan un día sí y al otro también, eso tiene que ver con el temor que les da abrir la boca para declarar y ejercer las funciones de secretario de Estado, o peor, se cuidan de sobremanera para que lo dicho no incomode a su patrón y les salga a corregir la plana, ahí están los casos de Javier Jiménez Espriú, Alfonso Romo o del ex secretario de Hacienda Carlos Manuel Urzúa Macías.

Ahora le tocó a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien a bote pronto y en un “chacaleo” con reporteros, aceptó que han tenido reuniones con grupos delictivos, porque eso fue lo que le preguntaron, ya luego la Segob realizó la aclaración pertinente, diciendo que se trata de grupos de autodefensas y que era una versión editada, ya sabe usted de los medios vendidos y que buscan desestabilizar.

Esto contrasta con lo dicho por López Obrador, quien adelantó que en su informe hablará de la felicidad del pueblo y afirmó que ya no existe el mal humor social. «El pueblo está feliz, feliz, feliz, hay un ambiente de felicidad, el pueblo está muy contento, mucho muy contento, alegres”, aseguró el tabasqueño.

Hay motivos para estar felices, cuando mientras la secretaria de Gobernación nos insinúa que puede haber un posible pacto con grupos delincuenciales, un borrón y cuenta nueva, con esos grupos que matan, violan, secuestran y han convertido partes del territorio nacional en un camposanto. Paz así sin más ni más con los que trafican con estupefacientes y reclutan a los jóvenes para que les sirvan de halcones, o que trabajen el campo, transporten droga, o que los han convertido en sicarios.

Hay motivos para estar “felices, felices”, cuando hay protestas en la calle por que las mujeres no están seguras en el país y los gobiernos de los estados hacen todo para ocultar la información y no declarar las alertas de género. El feminicidio creció un 150 por ciento en cuatro años y las violaciones se incrementaron en 37 por ciento en el mismo año.

Hay motivos para estar “felices, felices, felices”, si el país sigue siendo el más peligroso para ejercer el periodismo, violencia y agresiones contra trabajadores de los medios de comunicación, más de 130 compañeros asesinados y ningún resultado ha entregado la autoridad.

¿Ambiente de felicidad? Cuando hay en los últimos 10 años 380 mil desplazados por el crimen y la incapacidad o complicidad de la autoridad, y con esos se quiere pactar. O las cientos de fosas clandestinas con miles de restos humanos.

Lo que hay es un optimismo infundado, al decir que las cosas marchan bien. Crecemos al 0.01 por ciento y hacemos fiesta. Se pierden empleos, pero contamos a los becados de los programas sociales como si fueran empleos permanentes. Hay desabasto en el sistema de salud. Hay pocas licitaciones y adjudicaciones directas argumentando que son honestos y buenas personas.

¿Le sigo…? Mejor no lo abrumo estimado lector.

Entre Palabras

No se necesita ser juarista para respetar la ley, hay que dejar de darles entrada a las iglesias evangélicas señor presidente.

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