La edad sería infinitamente más feliz
si pudiéramos nacer a la edad de 80
y alcanzar gradualmente los 18
Mark Twain
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. El presidente Andrés Manuel López Obrador está verdaderamente enojado, quizás como nunca con los medios de comunicación, porque dice que desinforman a la ciudadanía, que ellos -el Gobierno- han sido responsables en el manejo de la pandemia por el COVID-19, que todos los medios son amarillistas porque no publican lo que él quisiera, lo que a él le gusta y que se guardara silencio con los errores e irresponsabilidades cometidas.
En el marco del día más triste desde que comenzó la pandemia, con más de mil muertos en una jornada, no aguantó las críticas de los medios, hoy los titulares son lapidarios. Poco a poco se desnuda la verdad y ante las sesudas explicaciones de su epidemiológico López-Gatell, que rayan en “pendejear” a los reporteros, los muertos son muertos y no hay marcha atrás, han sido irresponsables con el manejo de las cifras, nos están mintiendo o dosificando los números al final es una tragedia, cada número tiene nombre y apellido.
Para los defensores del tabasqueño, tienen razón en mencionar que también hay irresponsabilidad por parte de la ciudadanía al no quedarse confinados en sus hogares, nada más les recuerdo que el argumento de hace unas semanas era que esas personas tienen que salir a buscarse la vida. ¿Entonces? Son los amos del relativismo.
Pero regresando a lo verdaderamente importante, López Obrador sigue empantanado peleando con sombras, todos los días irremediablemente nos regala un episodio más en una lucha estéril contra los periódicos nacionales e internacionales, que hacen un complot para dinamitar a la 4T. ¿De verdad no hay nadie que le diga que no son tiempos para eso? Debería de estar haciendo llamados para que todos jalemos para el mismo lado y de una buena vez bajarle la peligrosidad a la pandemia.
Vienen los días más complicados de la pandemia y los enfrentaremos en un México que ha sido dividido por décadas, así ya lo decidió López quien se encuentra muy molesto, supura soberbia. Y puede descalificar a todos los medios, a todos los reporteros, a todos los columnistas y analistas, pero serán las autoridades de salud quien digan si se actuó bien o mal, si se fue responsable o no.
Los muertos no se pueden ocultar, las carencias del sector salud tampoco, y el presidente no es el culpable de las muertes, es el responsable de administrar los dineros, mantener la infraestructura y decidir, esas decisiones tomadas por él y sus especialistas en salud pudieron salvar vidas, por más que se enoje y descalifique, los muertos son muertos y ahí están. Y nadie que se jacte de ser mexicano se puede alegrar del luto que vivimos.
Entre Palabras
Duro golpe a lo que resta del PRD, se queda sin bancada en el Senado de la República. ¿Siguen negando que esté en crisis?
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Hasta la próxima.