Rafael Lulet

En nuestro país la izquierda dejó de existir desde hace muchos años, algunos, muy contados, han de recordar a los integrantes de los partidos: Popular Socialista (PPS), Autentico de Revolución Mexicana (PARM), Revolucionario de los Trabajadores (PRT) o el Socialista Unificado de México (PSUM), donde en este último podríamos mencionar a varios ex militantes quienes se refugiaron en el nacimiento del PRD, el cual por una década se podría mencionar como de izquierda, pero su descomposición lo fracturó de tal manera que a sus 30 años de aniversario solo se puede observar el puro cascaron.

Muchos en nuestro país considerarán al Partido Morena con rasgos de izquierda, pero sin embargo no lo es, quienes han estudiado de política y sobre todo la política-económica, reconocerán lo antes dicho. Realmente lo predominante durante tres décadas ha sido el Neoliberalismo, posicionando a varios grupos los cuales se encontraban en el centro, centro izquierda, centro derecha, derecha; pero a partir de los años ochentas el nuevo liberalismo económico, con el reacomodo, los vino a colocar en los lugares donde los vemos actualmente.

La izquierda paso a ser el centro, moviéndose en ocasiones en centro izquierda o centro derecha, siendo el caso de Morena o sus integrantes, quienes en su mayoría eran miembros del PRI antes de los noventas y ochentas; el hablar del PRD, mencionaríamos a un partido de centro derecha y actualmente más de derecha colocándolo en la misma posición del Revolucionario Institucional, para encontrar por último, hoy en día, a Acción Nacional como ultraderecha; estos últimos formaron parte del bloque Neoliberal que imperaron nuestro país por más de 30 años.

El juego de moverse de centro izquierda o centro derecha de algunos partidos como fueron los casos del Revolucionario Institucional y del PRD, les ayudó en varias ocasiones para mantener una imagen aceptable entre las masas, sin embargo con el sistema neoliberal, les fue muy difícil retomar ese vaivén que les funcionó en muchos momentos dándoles a ganar diversas elecciones estatales y nacionales. Actualmente vemos esa situación con Morena, obteniendo como resultado la aceptación de la mayoría de los mexicanos.

Hoy en día, México sufre de equilibrios políticos por lo antes mencionado, el agotamiento de un sistema económico como el neoliberalismo, el cual arrojó más pobres al país que en otros tiempos, y siendo los ricos los únicos beneficiados de dicha imposición, donde de hecho, esa fue la razón de la implantación de dicho esquema desarrollado por Milton Friedman y la escuela de Chicago, copiado e impuesto en muchos países como el nuestro, que al final, terminó por desgastarse poco a poco.

Con la llegada de López Obrador al poder, las derechas y ultraderechas no tiene cabida en esa nueva transformación económica y política, el pueblo deseoso del regreso de algo equiparable al capitalismo benefactor imperante por muchas décadas durante el tiempo del milagro mexicano; la oferta y la demanda tan mencionados con Adam Smith y David Ricardo en el viejo esquema del liberalismo económico clásico, se vuelcan a la actualidad de la vida política de nuestro país, donde la ultraderecha no tiene nada que ofrecer mientras el centro, posición donde se encuentra Morena es lo más solicitado.

Las marchas realizadas por actores de esta “derecha” mexicana, no tiene nada que proponer, y se vio con la poca convocatoria a la marcha del pasado domingo, las cuales tuvieron en diferentes estados de la Republica, Ex presidentes como Vicente Fox y Felipe Calderón, no detentaron sus arrastres como en otros momentos históricos, y es posible esperar una década más para observar un equilibrio de contra pesos, el cual es necesario en cualquier vida política de un país, esto refleja el desgaste generado por muchos años por el neoliberalismo, padecido por la mayoría de los mexicanos.

¿Quién tuvo la culpa?, los culpables deberán pagar por sus excesos y verse remontados quizás por un populismo que ha permeado a 53 millones de habitantes en nuestro país y tal vez como se mencionó anteriormente, tal vez, pase muchos años para el resurgimiento de la derecha y de otros partidos como el PRI, a pesar de inyectarle dinero para movilizaciones, Bots en las redes, ataques al presidente, intentos de división en la población, exageraciones en sus comentarios y en sus fotos de sus marchas, en fin, es ahora donde ni la Izquierda ni la Derecha imperan en México; para eso, ya vendrán otros momentos.