Fragon
En la columna anterior comentamos el presagio que ya era insoslayable: el rompimiento entre los mismos priistas, léase cúpula nacional con la cúpula hidalguense. Y no se trató de tener la varita mágica o la bola de cristal. Mucho menos pertenecer a la clase de los opinólogos de cepa.
Bastó con monitorear las redes sociales de cada personaje involucrado. Hidalgo marcó su distancia sin disimular en comparación con otras entidades que mostraban su apoyo, quizá incluso, disimulado, maquillado, hacia sus líderes nacionales.
En Hidalgo, “la sana distancia” –esa que había proclamado en su momento Ernesto Zedillo- la arroparon los tricolores hidalguenses con el Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Vaya, ni el más mínimo tacto cuidaron.
Y mucho menos les importó la advertencia que hizo en una reunión entre la militancia con senadores que encabezó Miguel Ángel Osorio Chong, uno de los priistas que tiene bien arraigado el cariño de sus paisanos. “Más les vale llegar unidos a la elección del 2022”, les espetó a mediados del año pasado.
Pasó el tiempo y las diferencias entre dirigencia estatal y dirigencia nacional acrecentaron. Recrudecieron al aproximarse el método para definir a su abanderado con miras a la elección para la renovación del poder ejecutivo el próximo 05 de junio de este año.
Y la detonación sobrevino el 31 de diciembre en el epílogo del 2021. El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, estalló en contra de Alejandro Moreno Cárdenas.
Mediante sus redes sociales, el mandatario estatal citó «La Comisión Política Permanente del @PRI_Nacional le entregó la candidatura a la gubernatura de mi estado, Hidalgo, al Partido @AccionNacional; en un acto al que no fui convocado, siendo integrante de esta misma comisión». «Esto es otro de los muchos agravios que en lo oscurito le han venido haciendo a la militancia».
A la postre, tanto diputados locales como otros políticos afines al PRI, se unieron paulatinamente en respaldo total para Fayad Meneses. A partir de entonces, sobrevino el fuego externo que trascendió en medios nacionales.
Precisamente, Erika Rodríguez, actual diputada del Congreso de Hidalgo y ex secretaria general del CDE-PRI Hidalgo, fue una de las que más arremetieron en contra del método de selección que delineó su mismo instituto político.
Semanas después, cuando la “marea política” disminuyó sus cauces, doña Erika se hizo presente “muy entusiasmada” en el registro de Alma Carolina Viggiano Austria, quien, por cierto, este sábado encabezó un evento por la sierra hidalguense y cuando la abanderada del PRI habló con la prensa local, un asistente de Viggiano limitaba con señas la labor de los periodistas. ¡Fatal y negativa acción!
En esta columna hemos comentado el “talón de Aquiles” que aqueja a infinidad de políticos y funcionarios públicos de Hidalgo. El menos precio con algunos medios o reporteros es común dado el privilegio que tienen otros. El trato con la prensa debe ser general, sin distingos e incluyente. Continuará…