Víctor Hugo Islas Suárez
A casi un año del inicio de la pandemia en México recuerdo la plática que tuve con el director general de la empresa en la que laboro, hablábamos de lo mal preparados que las empresas estaban para poder afrontar un encierro como el que veíamos en Europa, hoy en febrero del 2021 hemos visto que la digitalización de las Pymes ha sido clave durante los últimos meses. De hecho, han sido aquellas organizaciones que han mostrado un nivel de digitalización más alto las que han conseguido mantener sus estructuras a flote durante los últimos meses. Además, las empresas con áreas financieras más digitalizadas han resistido mejor en un escenario marcado por la incertidumbre y el cambio continúo.
Las Pymes más digitales han podido proporcionar, a través de su dirección financiera, una visión global del negocio esto ha aportado grandes dosis de elasticidad para estirarse y contraerse en función de las circunstancias de cada momento.
Además de la agilidad, la mejor predisposición para la toma de decisiones y la gran versatilidad que aporta la digitalización del ecosistema pyme, el Covid-19 ha puesto en evidencia el impacto de la transformación digital en el área financiera. Esta digitalización ha permitido, no solo, la continuidad de los procesos de negocios en un entorno cambiante, sino que ha puesto en valor el protagonismo de los departamentos financieros.
De hecho, gracias a la información financiera que proporciona la tecnología, en concreto, los sistemas ERP, muchas Pymes han podido tomar decisiones, en tiempo real, sobre aspectos críticos relacionados con sus finanzas. Gestión de cobros y pagos, optimización de gastos o tesorería adecuada, han sido algunos de los aspectos sobre los que la digitalización de las áreas financieras ha impactado en positivo durante la crisis.
La pandemia ha puesto en evidencia que existe un cliente digital al que las organizaciones han tenido que adaptarse, actualizando, entre otras cosas, sus canales de venta y relación con ellos.
Por lo tanto, teniendo en cuenta que muchas organizaciones han operado bajo una digitalización “de urgencia”, ahora toca analizar qué procesos han mejorado con la tecnología y qué otros son susceptibles de hacerlo. Habrá que ver también si la tecnología implementada es la adecuada o si tiene o no margen de mejora.
En tiempos de la pandemia y con una apertura total aún lejana, debemos seguir enfocándonos en los procesos que se pueden realizar por medios electrónicos, la capacitación, el comercio, y hasta los tramites gubernamentales deben ser más y mejores, ya vendrá la vacuna y podremos salir de nuevo, pero para eso desde una perspectiva (fatalista tal vez) todavía faltan meses, incluso se puede pensar en todo el 2021, pero ya lo veremos, mientras tanto, hagamos más por las empresas y por mantener a la gente en home office, eso aún es opción y lo seguirá siendo aun cuando esto haya pasado.