Bernardo López

La autonomía fue el eje central del discurso del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leonardo Lomelí Vanegas, con lo que refrenda el blindaje de la institución contra modas de lo políticamente correcto.

El ganso ha hecho señalamientos a la máxima casa de estudios del país de estar “derechizada”, además que la universidad se ha vuelto elitista, sin embargo, el simple hecho de estudiar el nivel bachillerato, licenciatura o posgrado en la UNAM ya te convierte automáticamente en parte de una élite, de la que también él forma parte.

En lo que sí estamos de acuerdo con el presidente es que no se puede permitir que personas que provienen de universidades privadas tengan puestos estratégicos en la UNAM, porque nuestra alma mater no tiene un fin comercial, de maquilar profesionistas.

Se llega a la UNAM por ganas de obtener conocimiento, de entender la vida y de los procesos físicos, químicos o sociales que desencadena; disipar dudas sobre el ser; están en el lugar equivocado quienes acuden a la universidad con la pretensión de hacerse millonarios.

El rector defendió la autonomía, pues ha permitido ejercer a plenitud las libertades de docencia, investigación y difusión de la cultura: “La autonomía es una condición necesaria para que las instituciones académicas podamos formar ciudadanos críticos y comprometidos con la solución de los problemas que aquejan a México”.

Es importante que la universidad mantenga la libertad de cátedra, pues de esa manera los alumnos pueden acercarse a una gran cantidad de corrientes de pensamiento, aunque nunca se debe dejar de lado el estudio de los clásicos.

También, hacemos votos porque el rector mantenga a la UNAM dentro de las mejores universidades del mundo, porque el reto es mayúsculo, debido a que se tiene que atender a una matrícula de casi 400 mil alumnos, por lo tanto, el esfuerzo debe ser diario.

Esperamos que las autoridades entrantes no se dejen amedrentar y mantengan el espíritu de libertad en la universidad, luego que grupos mantienen cerradas las instalaciones del CCH intentan imponer ideas de minorías a toda la comunidad universitaria. Los que formamos parte de esta institución tenemos la responsabilidad de esforzarnos cada día más, con el objetivo de que nuestra alma mater siga brillando entre las comunidades académicas y de profesionistas.