Pedro Flores
En tanto la Ciudad de México vive una etapa electoral, en donde las tribus políticas de todos los partidos se destrozan por mantener privilegios o adquirir un cargo en la futura Administración, ninguno de los suspirantes ha hablado sobre la situación apocalíptica que vivirá la CDMX en un futuro próximo, ahora todo es voten por mí.
No somos catastrofistas, nos basamos en hechos, como el que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) dio a conocer recientemente en un documento en donde señala, que el almacenamiento del Sistema Cutzamala sólo alcanza en forma normal, para abastecer el vital líquido hasta junio del 2024.
Lo anterior ha originado que haya reducción de suministro de agua en varias delegaciones, la reducción del bombeo se ha reducido un 25 % pasando de 12.2 metros por segundo a 9.2. Estas medidas se deben a que las 3 presas que abastecen al Cutzamala, la “Miguel Alemán” la Villa Victoria y la de El Bosque están en sus niveles más bajos, situación que afecta incluso a Valle de Bravo en el Estado de México.
Además de lo anterior y como consecuencia de la extracción de agua de los mantos subterráneos, la Ciudad de México se hunde a ritmos imparables en las últimas décadas, al grado que expertos de la UNAM calculan que la CDMX se hunde en algunos lugares hasta 50 centímetros más cada año.
Un estudio reciente realizado por Advancing Earth and Space Science destaca que ésta no es la primera vez en la historia que se registra el hundimiento de la ciudad. Por el contrario, los datos disponibles que datan desde hace 115 años, han sido comparados con la información de GPS recopilada desde hace 24 años. Los principales responsables en la actualidad de este fenómeno son el drenaje excesivo de acuíferos subterráneos, y la agregación de las capas de arcilla sobre las que ésta descansa.
La investigación describe como «imparable» el ritmo en el que se han agrietado y comprimido las capas de tierra debajo de la Ciudad de México. La falta de agua en el antiguo lecho del lago está afectando el sedimento natural de la zona. Las consecuencias pueden ser graves en términos de abastecimiento de agua para los millones de pobladores, así como para la fragmentación de la infraestructura pública sobre la superficie
Muy lejanos han quedado los años en que los historiadores hablaban del espectáculo que daban las garzas y otros animales en la zona de “La Lagunilla” y menos los barcos de vapor que circulaban por Iztacalco o los mercaderes que venían de esa zona y de Xochimilco enlanchas para vender sus productos en el centro de la ciudad, claro primero pasaban a la Casa del Diezmo, ubicada cerca de la vapuleada Suprema Corte de Justicia.
Pero no sólo eso nos espera a los habitantes de la antigua “Ciudad de los Palacios”, sino que el citado estudio de la Advancing Earth and Space Science, nos indica que México y en lo particular la CDMX, por el calentamiento global está con 1.4ºC por encima de la media global mundial de calor.
México se posiciona como el país que más gravemente está siendo impactado por el alza en temperaturas del mundo. El calentamiento global antropogénico está afectando el volumen de lluvias en distintas regiones de la República, por lo que los males como consecuencia de todo este escenario nos hacen presagiar un futuro apocalíptico para nuestros hijos y nietos en la CDMX mientras el gobierno actual sólo le interesan los votos del 2024.