Pedro Flores
Sin lugar a dudas, en estos tiempos de definición electoral para gubernaturas, presidencias municipales y hasta para las alcaldías, han originado en Morena un gran divisionismo, y a pesar del acto de “unidad” al adherir a las “corcholatas perdedoras” a la campaña presidencial, dentro del partido hay desbordamientos, antipatías y mal entendidos.
Lo anterior se pude analizar de una manera muy simple, cada una de los perdedores, traía a un equipo de trabajo, a quienes se les había prometido algo de llegar a ser triunfadores, pero ahora que están del otro lado, el de los perdedores, los reclamos hacia su “corcholata” son a diario porque las promesas de puestos políticos quedaron en el aire.
Estimado lector, nada más imagínense, cuánta gente tendría Ricardo Monreal cuando salió del Senado y que lo apoyaron con alguna esperanza y no se diga de Adán Augusto López, que trajo gente hasta de Tabasco para que lo auxiliaran en su campaña, ninguno quiere hacer honor a la canción del Tocayo portorriqueño Pedro Flores, que señalaba “Esperanza Inútil”.
Todos ellos van a buscar acomodo ahora en el grupo de la ganadora, quien además junto con Mario Delgado y el residente del Palacio Nacional, van a tener el trabajo de palomear a los “suspirantes” a puestos de elección popular.
Este trabajo también va a ser arduo, porque en este momento tirios y troyanos saben que la batuta, como en otros tiempos la tenía el PRI, ahora la tiene Morena, y una prueba del “chapulineo” de los políticos mexicanos, fue la toma de posesión de la gobernadora del Estado de México, en donde se reunión muchas caras desempleadas y a medio emplear de todos los partidos políticos.
Las desavenencias vienen en camino, hay que analizar a que legisladores se les puede apoyar para una reelección, las propuestas de los gobernadores, muchos ex priístas que ahora militan en Morena, las propuestas para mandatarios estatales, presidentes municipales y alcaldes capitalinos, porque es obvio que quieren recuperar toda la CDMX.
Parte de la estrategia de 2024 se dio a conocer en Toluca, cuando AMLO llamó demócrata a Enrique Peña Nieto, y horas antes había desmantelado la campaña contra la casa de Xóchitl Gálvez y en cualquier momento ponderará la extradición de Ovidio Guzmán argumentando la colaboración que hay con EU, haciendo a un lado las presiones que sufrió para que entregara al hijo del “Chapo”, las jugadas de trampa ya están diseñadas.
Por otro lado, les es muy importante asegurar los votos del Estado de México, por eso Delfina Gómez la nueva gobernadora, dijo que su mandato iba a ser presencial no de escritorio y “casualmente” va a iniciar una gira propagandística, perdón de agradecimiento por todo el Estado.
En la CDMX, Clara Brugada quien ya fue reelecta en una ocasión en la Alcaldía de Iztapalapa, en donde no se han tenido los resultados que esperaban los habitantes, ya levantó la mano y dijo que buscaría la gobernatura de la CDMX que Morena perdió la mitad, pero casualmente ha estado callada, desde que Omar García Harfuch, se unió al grupo de trabajo de Claudia Sheinbaum, también de “ese caballo” se bajó Ricardo Monreal.
El libro de jugadas está hecho, la aplicación de las mismas se verá, acorde como juegue el rival, los días que vienen serán difíciles, son muchos los que quieren y a pocos los que les darán, a eso se le agregará la inflación, los carísimos proyectos multimillonarios que hasta el momento son “elefantes blancos”.
Sólo nos queda recordar la sentencia napoleónica: “No hay enemigo que resista el embate de un gobierno autócrata en plenitud de prepotencia, ni pueblo que pueda soporte indefinidamente la odiosa impudicia de quiénes se sienten redentores”