• Si hay un mal manejo de la pandemia en México, habrá tiempo para juzgar a responsables

Miguel A. Rocha Valencia

Mientras el Ganso de Macuspana asegura que él dio permiso para una disminución temporal en el suministro de vacunas en México para generosamente ayudar a países pobres, cosa que es mentira, las cifras de contagios y muertos por la pandemia de SARS-CoV-2, llega a niveles de terror. Oficialmente, hasta hoy con un recuento que tiene dos semanas de retraso, 141 mil 246 muertos y un millón 649 mil 502 contagios. El índice esta por arriba de 11.6 fallecidos por cada cien mil infectados.

Es decir que, si el generoso “permiso” otorgado por el Mesías de la 4T es cierto, él será responsable del atraso en la inmunización, de los contagiados y muertos adicionales. Una raya más al saldo negativo derivado de una ineficiente estrategia implementada desde “arriba”.

 A la cuenta del Mesías tabasqueño deberán sumarse los muertos y contagios adicionales que del “permiso” generoso se deriven. Serán 15 días, que, en términos de los índices oficiales, podrían ser 15 mil muertos y 250 mil contagios más. Con un promedio de mil fallecimientos y 16 mil contagios diarios.

Llegará el momento en que el tlatoani reconozca que el atraso de vacunas no se debe a su “generosidad”, sino a un problema en la producción de laboratorios para atender la demanda prometida.

Por eso el adelanto de su fiel escudero y heredero universal, Marcelo Ebrard para decir que ya vienen de Argentina los insumos para fabricar así el milagroso medicamento, en tanto se da un visto bueno emergente al remedio ruso, con todos los riesgos que ello supone.

Pero más allá de si hay mentiras o no, y si la responsable ejecutiva de la estrategia de vacunación renunció por motivos personales en el momento de mayor urgencia, están las cifras y la opinión de los científicos y especialistas (que sí) saben y alzan su voz para descalificar la gestión de la pandemia que, según el propio Hugo López-Gatell, no cobraría la vida de más de 30 mil personas en el escenario más catastrófico.

Y, sin embargo, como sucede a mentes genocidas, no reconocen errores, por el contrario, la desgracia les cae como “anillo al dedo” pues más allá de los nombres y apellidos de las víctimas o su posible inmunización, está el fondo político, la necesidad de consolidarse en el poder, que se les reconozca como “buenas personas” o corruptas, ineptas y autoritarias.

Lo importante es conseguir los votos, regalando dinero y “generosamente” distribuir a cuenta gotas las vacunas, especialmente entre aquéllos que se pueden convertir en clientes electorales. Por eso el ejército de Siervos de la Nación que cobran en el erario público y nos cuestan a los mexicanos juntos con los superdelegados, más de dos mil millones de pesos de nómina.

Pero además se les inmunizará primero, lo dijo el mismo dueño del poder y sólo por apuntar los datos de los pacientes, continuar levantando el padrón que usarán electoralmente. Porque los tales Siervos además de lacayos de López Obrador, vienen con él desde la campaña electoral, les paga a los de más bajo nivel 11 mil pesos mensuales, a los en medio 36 mil y a los coordinadores el doble.

Con eso compra la lealtad de los cerca de 19 mil sujetos que dispersan dinero en efectivo y tarjetas a nombre del tlatoani olmeca, a quienes además se les darán adelantadas las 40 mil dosis que harían falta para personal de salud de hospitales privados o al de afanadoras o limpieza.

Queda claro que la estrategia de distribución de vacunas es eminentemente política como lo es la entrega de apoyos económicos a la población. Sólo esperamos que el insumo médico si llegue a su destino de manera indistinta y no como sucede con las dádivas que se escamotean o condicionan incluso para compras con determinados proveedores.

El tema no podría ser más sucio corrupto y mezquino, por no decir perverso. Por eso el “anillo al dedo” del Ganso macuspano. Este es el gran pretexto para manejar recursos económicos y sanitarios a su antojo y con fines electorales.

De tal suerte que los muertos y contagiados no cuentan en su estrategia, no importa el costo para consolidarse en el poder. Y apenas cumplió dos años. La verdad se nubla el panorama de un país al que le falta superar la pandemia y lo peor, los estragos de la 4T.