Miguel Ángel López Farías

La guardia no tiene la culpa de que les hagan bullying por andar de metro nautas. Los 6 mil elementos no son más que una más de las piezas del muro de las babosadas de los políticos.

La GN ni llegaron para corretear vagoneros, ni arreglar cables, ni echar a andar las escaleras eléctricas o cambiar lámparas, están allí como parte de una reacción de los ¿Cerebros? y ¿Estrategas? del gobierno federal y local.

Quisieron poner una especie de ángeles de la guarda y el tiro les está saliendo no solo carísimo en lo económico, sino que a la par de refinerías chafas y aeropuertos con baches, este, el de llevar a estos jóvenes elementos, se inscribe en ese mundo de las ocurrencias, de la tropical pirotecnia, misma que será recordada por muchos años, piezas de la galería del horror sexenal.

Fustigar a la guardia nacional por no estar donde debe (en carreteras, puertos, municipios o algo más cercano, alcaldías chilangas plagadas de narcomenudistas) criticarla por hacer lo que le toca, no es responsabilidad de sus elementos, es más, es tiempo de preguntarnos ¿Y para qué está la guardia nacional? ¿Es policía, son militares, son de tránsito?, ¿Capturan o solo disuaden?, ¿Investigan o se conducen por encimita?, ¿Bajan gatitos de los árboles o se agarran a balazos con los sicarios? La duda, la bendita duda es esa, ¿Cuál es su papel?

Para lo del metro, y por lo ambiguo de su presencia, es que sospechamos están ahí para disuadir a saboteadores o terroristas… ¿Ahora nos debemos preocupar no solo por los narcos sino también por fundamentalistas con chalecos de dinamita?… lo repetiremos, la línea tres, la dos, uno, cinco, 12, la que sea, no son las torres gemelas y esto no es nueva York. Los únicos que se comportan como talibanes son los seguidores de YSQ.

Pero ya están aquí, entre los andenes, a «petición» del GCDMX, ¿La razón? «Actos inusuales», ¡Está bien!, Pero si se presentan estos mismos actos inusuales en otros metros, sea el de Guadalajara o Monterrey o el tren ligero que va de taxqueña a el del estadio azteca, ¿También se podrá pedir la presencia de los amigos de la guardia nacional? ¿O los regios o tapatíos no son tan importantes como los chilangos?

Mientras los «asesores» se rompen la cabeza buscando a los hijos de Bin Laden disfrazados de vendedores de pomada de «mariguanol», el metro sigue y seguirá presentando fallas, propias de toda máquina a la cual se le dejo de dar mantenimiento.

La solución es una, llévense a la Guardia Nacional a dónde si la ocupen y contraten más ingenieros, métanle dinero al metro, compren refacciones nuevas, regresen el dinero que recortaron, así de sencillo.

Y, para terminar, le sugiero que se apure y vaya a tomarse la foto con los de la Guardia, tenga ese bonito recuerdo y diga que visito a el metro cuando eran tiempos de complots y terroristas.