Miguel Ángel López Farías
¿Qué no se pudieron juntar los 30 millones de votos del 2018? La culpa es del INE, faltaba más, cómo iba usted a creer que los inflados 15 millones vendrían de una especie de corte de caja, ¿En dónde lo que parece es?
Sin darle vueltas, lo de la revocación es un descalabro y una de las señales de que la trajinera morenista se está hundiendo, pues forzando la línea del tiempo, está cantidad de votos no les alcanzan para el 24, considerado que el que apareció en la boleta es el mismísimo presidente, luego entonces, ¿Dónde quedarían los otros 15 millones de simpatizantes del mandatario?
Pues sospecho que ahora sin anti simpatizantes, si, mexicanos que sencillamente ya no quieren jalar con el eterno candidato… ¿Y qué piensan hacer en el cuarto de guerra de las mañaneras? ¿Ahí, donde opera Andy y sus juguetes electorales?…
Le insisto, sigamos la línea prospectiva de la historia, si el presidente no realiza un milagro que calle bocas y aplaste con resultados a los adversarios, los números no le estarían alcanzando para la o el candidato que imponga…15 millones los saca el PRI solito, o el PAN, pero Morena necesita repetir la hazaña de los 30 millones (contando a sus apéndices del Verde y PT).
La única vía que se antoja es la de un monstruo de operación electoral que implique lo más retorcido de la alquimia de votos, desde los fantasmas, compra, amenazas, chantajes, robo de urnas…
Una feria de trampas bien aceitada por montañas de recursos económicos y por apuesto, por los magos de la operación electoral de este sexenio: los señores de los cárteles de las drogas.
¿Cree usted que no se atreverán? Lo vienen ensayando y todas las violaciones vistas en este último ejerció son los primeros pasos del baile del 24.
Pero, para que se dé la consumación de un mega fraude, es vital que el árbitro no los sancione, es más, no los cuestione, que sean como aquellas viejas áreas de gobernación encargadas de “vigilar” las elecciones en la época de Ruiz Cortines o de Echeverría, hacia allá se dirige todo esto, a acabar con el actual INE, envilecerlo, desaparecer si autonomía y dejarlo cuadripléjico, a merced del Maximato tan ansiado por el mandatario.
El INE es hoy lo que Ucrania para Rusia, el objeto del exterminio, defender al INE no es ponerle el pecho para que Lorenzo Córdova siga cobrando sus quincenas, sino que, en México, toda y todos, podamos opinar distinto, pero, sobre todo, irnos a dormir todos los días abrazando a un país que le ha costado mucha sangre llegar hasta el puerto de la democracia.
De eso se trata.