• Es una paliza para los pequeños mercaderes 
  • Exigen que AMLO también use cubrebocas 

Juan García Heredia 

Con el semáforo rojo en la capital del país y el Estado de México, se prevén pérdidas de poco más de 80 mil millones de pesos para el pequeño comercio y las empresas familiares durante la actual temporada de diciembre y el inicio de 2021. 

Lo anterior es según informes del representante del Consejo Nacional para el Desarrollo del Comercio en Pequeño (ConComercioPequeño), Gerardo Cleto López Becerra, quien dijo que para este organismo, el cierre de las actividades económicas no esenciales, decretado por los gobiernos de la Ciudad de México y el Estado de México -respaldadas por el gobierno federal-, a partir del sábado 19 de diciembre representa un duro golpe al pequeño comercio y las empresas familiares que esperaban tener el repunte de sus ventas en esta temporada. 

De acuerdo con el dirigente, para ConComercioPequeño la aplicación del semáforo “rojo” es el peor escenario al que vuelve la zona metropolitana, tras nueve meses de la implementación de una serie de estrategias para contener los contagios y las muertes ocasionadas por el Covid-19 «que no han dado los resultados esperados». 

Tomando en cuenta que esa medida implica el cierre de alrededor del 80 por ciento de la actividad económica, en la Ciudad de México deberán cerrar cerca de 375 mil negocios y el Estado de México poco más de 560 mil establecimientos, lo que estima un total de 935 empresas formales que serán afectadas en la zona metropolitana, expuso. 

Detalló que «en una primera valoración, las pérdidas económicas por ventas no realizadas pueden ascender a poco más de los 80 mil millones de pesos tomando en cuenta que el cierre implica la cancelación de actividades mercantiles planeadas en torno al 24 y 31 de diciembre, así como las realizadas en torno al 6 de enero, todas ellas, fechas de alta actividad mercantil». 

Entre los giros se verán afectados se encuentran: restaurantes con servicio en el local, hoteles, tiendas de ropa, zapaterías, negocios de belleza (salones de belleza, estéticas, peluquerías, spas y arreglo de uñas), accesorios para autos, mueblerías, electrodomésticos, perfumerías, venta de telefonía celular y artículos electrónicos, joyerías, pinturas y materiales para arreglo de casas y por supuesto, venta de artículos navideños (árboles naturales y artificiales, esferas, adornos, etc.), así como juguetes que en esta temporada tienen gran demanda, aseguró López Becerra. 

No obstante, aclaró que «a pesar del impacto económico negativo que se registra en el pequeño comercio y las empresas familiares, esperamos que las medidas tomadas por las autoridades coadyuven a disminuir los contagios y las defunciones registradas en las últimas semanas». 

Por ello, añadió, pedimos a las autoridades mensajes congruentes: que mientras los gobernadores de las entidades señalan la gravedad y la necesidad de fortalecer las medidas, elPresidente de la República no diga que la pandemia está controlada y desestime el uso del cubrebocas. 

«Hoy es necesario que todos y cada uno de los servidores públicos, desde el barrendero hasta el presidente, usen cubre bocas, eviten actos públicos, respeten la sana distancia y adopten las medidas higiénicas básicas para evitar los contagios», subrayó Gerardo Cleto López Becerra.