El sentido profundo de la protesta social

consiste en haber opuesto al fantasma

implacable del futuro la realidad espontánea del ahora.

Octavio Paz.

Arturo Suárez Ramírez

Estimados amigos lectores, gracias por su tiempo para la lectura de la presente columna publicada en tan prestigiado medio de comunicación. La Cuarta Transformación ha prometido un cambio, no solo de régimen y modelo económico, sino también en la construcción de una nueva moral que exalte los valores, elevar el nivel educativo y cultural de todos, así como pagar esa deuda que se tiene con grupos marginados.

Por lo menos eso es parte de los discursos que ha ofrecido hasta el cansancio el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Pero ese mensaje no ha llegado a todos, por lo menos no a un par de sus senadoras que esta semana nos regalaron momentos de soberbia y para no olvidar.

Las crónicas y notas de la sede senatorial dan cuenta de que Eva Eugenia Galaz Caletti arremetió contra de los reporteros que cubren la fuente, la senadora los llamó “retrasados mentales”, y todo ello en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Síndrome de Down.

Pero como es costumbre, luego de tirar la piedra cobardemente, escondió la mano, se arrepintió de su tontería y ofreciendo disculpas en su cuenta Twitter, la morenista publicó un mensaje en relación al penoso incidente previo a la sesión ordinaria del jueves.

“No hay excusa para justificar mi comentario, ofrezco mis más sinceras disculpas. Reconozco y admiro el profesionalismo y la labor que realizan los medios de comunicación, sé que no es fácil cumplir con una tarea tan difícil”, escribió Galaz Caletti.

El segundo caso es delirante, esquizofrénico, me refiero a Jesusa Rodríguez, quien subió a sus redes un video  en donde asegura que los españoles trajeron los cerdos y los mexicas pusieron las tortillas y cada ocasión que una persona come un taco de carnitas en México, se celebra la caída de la Gran Tenochtitlán.

Obviamente se convirtió en tendencia en las redes sociales y hubo comentarios de todo tipo y luego se preguntan ¿por qué de su mala imagen ante la opinión pública?

La mala imagen de diputados y senadores se ha generado desde hace muchos años, en la cadena de credibilidad y confianza con los ciudadanos se encuentran en los últimos eslabones junto con policías, han sido sinónimos de corrupción, de “levanta manos”, “matraqueros del régimen”, y el espacio no alcanzaría para tantos y tantos descalificativos, en muchos casos bien ganados.

Seguramente habrá sus honrosas excepciones.

Solo les recuerdo que la exigencia es grande y una obligación moral elevar el nivel, porque así no hay diferencia con los del pasado.

Entre Palabras

Celebro que el PES se quede sin registro, son unos oportunistas retrógrados, veremos si Morena les abre las puertas.

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Muchas gracias y hasta la próxima.