Rafael Lulet

 El pasado domingo 11 de Agosto de llevó a cabo las elecciones para la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional, donde la contienda era entre Alejandro Moreno, Ivonne Ortega Pacheco, ex Gobernadora del Estado de Yucatán y Lorena Piñón Rivera; con acusaciones en contra del delfín de la cúpula Priísta por el embarazo de urnas apenas comenzando las votaciones así como otorgar vales de despensas con valor a 100 pesos a cada votante.

La herencia priista de fraudes, compra de votos, acarreos, utilización de programas sociales para condicionar a los electorados, graves irregularidades en el padrón de sus militantes, entre otras mañas más, son cosas comunes muy utilizados por diversos partidos incluyendo el actual que se encuentra en el gobierno; esto no fue la excepción cuando se llevó a cabo el cambio de dirigencia en el interior del partido Revolucionario Institucional, a pesar de encontrarse en sus peores condiciones en sus 90 años.

Ya con anterioridad había realizado declaraciones José Narro, de que en los últimos meses estaban inflando el padrón electoral en Estados donde favorecían a Alejandro Moreno, para asegurar su triunfo, razón por el cual Narro, optó por renunciar al PRI, determinando ser el proceso electoral toda una farsa.

“El nuevo PRI” a la vieja usanza, es claro que dicho partido solo de “nuevo” tiene el nombre, porque la ex administración de Peña Nieto, se encontró plagada de Fraudes, preferentismos, desvíos de dinero gubernamentales, proteccionismos, simulaciones de licitaciones, entre muchas tranzas más, razón por el cual vemos actualmente a una Rosario Robles con “La estafa Maestra” vinculada con otros actores como José Antonio Meade, Emilio Shauyffet, Gerardo Ruiz Esparza, entre otros más, sin mencionar los escándalos de la “Casa Blanca”, “Casa Malinalco”, OHL México, el de Odebrecht, la captura de los ex gobernadores fraudulentos Javier y Cesar Duarte.

Sus escándalos provocaron la caída drástica del partido, al grado de casi perderlo todo, y es porque la ciudadanía harta de sus excesos prefirieron como castigo votar por otros a pesar de no haber sido las mejores opciones. Ahora tiene la nueva dirigencia de Moreno Cárdenas un gran trabajo a realizar en los siguientes 4 años: levantar al PRI o perderse en el olvido; pero ante los escándalos de una jornada llena de irregularidades, ¿Qué futuro se podría esperar?

El proceso electoral se llevó a cabo entre declaraciones por parte de sus participantes, todos en contra de Alejandro Moreno, acusándolo desde antes de la jornada con trabajo sucio para ganar, quien dejará la gubernatura del Estado de Campeche con muchos rezagos, resultado de su nefasta administración; por otro lado Ivonne Ortega manifestó la posibilidad de impugnar la contienda por las diversas irregularidades como lo fueron:

La aparición de paquetes electorales abiertos en muchos estados, como Chiapas, Michoacán, Oaxaca, Coahuila y el Estado de México, mientras que Lorena Piñón a raíz de su posible expulsión del partido, realizó ataques a la misma Ortega Pacheco a quien le atribuyó haber orquestado el montaje ante el Tribunal Electoral. Lo observado en este ejercicio electoral al interior del PRI, es que en entre ellos mismos se roban y se atacan, imaginasen ante una elección a la presidencia, no.