Por Rafael Lule

Las elecciones celebradas el pasado domingo 2 de Junio, dejaron en claro una cosa, el Partido Revolucionario Institucional, no es del agrado de la población, la jornada presidencial del 2018 definió en las urnas el desencanto de una asociación política como lo es el PRI, el hartazgo social inclinó la balanza y por mucho a favor del presidente actual, López Obrador, dándole el triunfo en dicho ejercicio electoral.

Es así como a pesar de salir su dirigente de Acción Nacional, Marko Cortés Mendoza, diciendo el gran logro obtenido por haberse llevado 3 de las 5 gubernaturas, siendo con ello un mensaje poco contundente cuando se sabe sobre el tiempo de existencia de un partido como lo es Morena, el cual poco a poco se encuentra sumando estados, quitándole dos bastiones importantes al Pan; claro ejemplo el de puebla, lugar emblemático y de donde gobernaba Moreno Valle, uno de los últimos actores políticos destacados de los blanquiazules, y que mencionar Baja California, siendo este último Panista por muchas administraciones.

Razón de discrepar con el discurso de su dirigente Cortés Mendoza de exponer como un gran triunfo las elecciones acontecidas el pasado domingo, haciendo una comparación de números de votos obtenidos contra Morena, dando un pequeño margen de diferencia a favor del blanquiazul, cuando muchos sabemos el ser poco significado y ser realmente un descalabro para dicho partido por perder dos de sus emblemáticos bastiones, pero ¿que pueden decir ellos?.

Aunque el gran ausente de la jornada electoral es como se comentó en un inicio el tricolor, realmente se notó la indiferencia y el desagrado hacia dicho partido, demostrándolo por segunda ocasión en las urnas, con esto se demuestra que la población pone y quita a pesar de los dichos de algunos actores políticos o aduladores del viejo régimen, eso debería de servir como lección y motivarlos a empezar a hacer bien las cosas además de realizarlo a favor de la ciudadanía, bueno, sí es del interés de ellos, el de recuperar de nuevo un lugar dentro de las preferencias electorales, pero es claro una cosa: de la lona no hay aún nadie quien lo levante y podría pasar muchos años eso sí no desaparecen antes en el intento.

Si cree el PAN que salieron avante, están equivocados, porque el sexenio apenas comienza y como es sabido López Obrador parecería encontrarse en campaña de lugar de gobernar, dándole la pauta de ventaja en cada elección a venir, el arrastre de AMLO aún sigue realizando meya en las elecciones, y puede dar pauta a quitarles gubernaturas al PRI y Acción Nacional, y eso se verá reflejado en las futuras contiendas presidenciales donde en el inter se esperan 13 gubernaturas más, sin incluir las de las jornada electoral del 2024, donde podrían posicionar a Morena como el partido político con pocos años de vida pública pero con mayores triunfos en las urnas en tan poco tiempo, siendo algo no percibido por los Blanquiazules o sin querer aceptarlo.

Pero lo que si es claro, el PRI con Claudia Massieu al frente es un barco sin timón,

y lo peor en rumbo al naufragio, resultado de los excesos y del abuso de sus gobiernos en el poder, donde dejaron un impacto muy considerable en el inconsciente de la ciudadanía al grado de poder sacarlos de la historia del país, en pocas palabras de desaparecerlos, en resumen, las dos ofertas neoliberales, en camino al verdadero fracaso. sdsemi