El primer registro documentado de sal como mercancia para los antiguos mayas en un mercado está representado en un mural pintado hace más de 2 mil 500 años en las ruinas de Calakmul, Yucatán.
En el mural que retrata la vida cotidiana, un vendedor de sal muestra lo que parece ser un pastel de sal envuelto en hojas a otra persona, que sostiene una cuchara grande sobre una canasta, presumiblemente de sal suelta y granulada.
Este es el registro más antiguo conocido de venta de sal en un mercado de la región maya. La sal es una necesidad biológica básica y también es útil para conservar los alimentos. La sal también fue valorada en el área maya debido a su distribución restringida.
Los pasteles de sal podrían haberse transportado fácilmente en canoas a lo largo de la costa y ríos arriba en el sur de Belice, escribe la arqueóloga de LSU (Louisiana State University) Heather McKillop en un nuevo artículo publicado en el «Journal of Anthropological Archaeology».