La consulta indígena que realizó el Gobierno federal para la construcción del Tren Maya no cumplió con los estándares internacionales, sentenció la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).

Según el organismo, la metodología pudo influir en que participaran principalmente autoridades municipales y ejidales, y que no se cumpliera con los criterios que establecen que la consulta debe ser previa, libre, informada y culturalmente adecuada.

«En cuanto al carácter informado, la Oficina observó que la convocatoria, el protocolo y la información presentada sólo hacían referencia a los posibles beneficios del proyecto y no a los impactos negativos que pudiera ocasionar», criticó la ONU-DH.

Agregó que durante las sesiones informativas se observó que en diversas ocasiones los habitantes preguntaron sobre los impactos que podrían afectarlos, sin obtener una respuesta clara y completa.

«La ausencia de estudios sobre los impactos o la falta de difusión de los mismos, dificulta que las personas puedan definir su posición frente al proyecto de manera plenamente informada. No obstante esta circunstancia, desde las autoridades se avanzó a la etapa consultiva del proceso», lamentó.