Australia está de luto tras la muerte de la actriz y cantante Olivia Newton-John, nacida en Reino Unido pero criada en el país oceánico, y recordó su legado en la investigación y el tratamiento del cáncer, una enfermedad que la aquejó durante unos 30 años.

“Olivia Newton-John era una estrella. Un resplandor brillante y alegre en nuestras vidas. Desde el momento en que la vimos, fue una presencia cálida y duradera y su voz se convirtió en una parte importante de la banda sonora de Australia“, dijo en Twitter el primer ministro australiano, Anthony Albanese, y agregó que “por encima de todo, era una persona maravillosa y generosa”.

La recordada protagonista del filme ‘Grease‘, quien murió este lunes a los 73 años, creó la Fundación Olivia Newton-John, dedicada a la investigación de la medicina vegetal y el cáncer e impulsó diversas iniciativas en Australia para luchar contra esta enfermedad, que se le fue diagnosticada en 1992.

Desde entonces, la intérprete de canciones como ‘Magic’ o ‘We go together’ buscó que “todo el mundo tuviera acceso a los cuidados que tuvo para ayudarla a superar el cáncer que padecía”, según aseguró la especialista del Centro de Investigación y Bienestar del Cáncer Olivia Newton-John, Debbie Shield.

Este centro, en donde se promueve también la práctica del yoga y la meditación, “fue su sueño y su legado”, agregó Shield, visiblemente afectada por la muerte de Newton-John, en declaraciones a la cadena pública australiana ABC.