• A un año de su captura en EU, quieren traer a García Luna ¿para juzgarlo? 

Miguel A. Rocha Valencia 

Hace un año, Genaro García Luna fue detenido en Texas, Estados Unidos, acusado de recibir sobornos a cambio de dar protección al crimen organizado en México, en especial, al Cártel de Sinaloa encabezado por Joaquín Guzmán Loera, sujeto a proceso en aquel país. 

Lo curioso es que a pesar de que la corte de Nueva York afirma tener pruebas contra el exsecretario de Seguridad Pública de México, ya pasó un año y no lo ha sentenciado ni fincado jurídicamente la responsabilidad, donde uno de los principales testigos es Jesús “Rey” Zambada García, quien en declaraciones en el proceso contra Guzmán Loera afirmó que desde 2005, entregaba millonarios sobornos a quien en esos días era director de la Agencia Federal de Investigaciones, a cambio de protección. 

Desde ese entonces, García Luna ya mantenía estrecha relación con la DEA y el FBI, ya que contaba con el mayor banco de información criminal y estrategias para su combate a nivel nacional, en lo que se llamó Plataforma México.  

Es decir que García Luna era conocido por las estructuras de seguridad de Estados Unidos, donde además colaboraba con intercambio de información, de esa que acopian otras agencias en aquel país. No se olvide que el ex funcionario nació profesionalmente en el antiguo Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) precisamente en el área de análisis de información. 

O sea que si alguien estaba enterado de vida y milagros de lo que ocurría en México, era él, superando con mucho la tarea de inteligencia realizada la Sedena. 

Total, que no se le ha juzgado ni sentenciado en Estados Unidos y, justo luego de repatriar al general exsecretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos Zepeda, detenido por supuestas imputaciones similares, el gobierno de México solicita que García Luna le sea entregado ¿Apenas? 

¿Hay interés real en que se le juzgue en México o mejor desean que García Luna no hable acerca de cosas que se lavan en casa o que, como es la actual política de gobierno, sirvan para negociar, chantajear a actores políticos o hasta económicos? 

Las flechas tienen dos sentidos y hasta hoy, las acusaciones sólo parten de quien actualmente tiene el poder. Los que se fueron en realidad no han sacado las uñas, pero en cualquier momento podrían hacerlo si es que no ya las enseñaron. O qué ¿Las “filtraciones” acerca corruptelas de hermanos, cuñadas, primas, hijos, colaboradores, compadres y demás son espontáneos? 

Pocas dudas hay, al menos en el imaginario colectivo como dicen los sociólogos, acerca de las ligas criminales de García Luna, a quien se consideró que “administraba” a los grupos criminales en México, el tema es probarlo. Y si los estadounidenses con toda su tecnología y pruebas recabadas no lo han hecho, dudo que en México se logre hacer. 

Por qué no pensar en que una de las finalidades de intentar traerlo es política. Hacerle como con Emilio Lozoya o como se lo propusieron a Rosario Robles Berlanga, a quien al parecer ya la convencieron también luego de un año en prisión, de cooperar con la Cuarta a cambio de su libertad y que “escupa” lo de la “estafa maestra”, salpique a todo el que se pueda para el gran escándalo, especialmente si se trata de Luis Videgaray Caso. 

La urgen distractores a la Cuarta para ocultar el rotundo fracaso, o bien, que no se sepan cuestiones que pudieran involucrar a la actual administración y aunque no los tumbe, si les manche el plumaje.  

Si García Luna “cantara” uff, como alguien dijo ¿Quién cierra la reja?