• Con acciones y discursos cohesiona a la oposición en su contra

Miguel A. Rocha Valencia

Por la mañana del miércoles, el senador Ricardo Monreal advertía de una polarización que pintaba de odio entre los mexicanos y que eso debía cambiar incluso pidiéndole a su amigo el presidente que pusiera de su parte, pero por la tarde, el líder de Morena en el Senado, cambió su discurso y acusó a los empresarios de armar una rebelión contra el Ejecutivo y su gobierno, y desafió: “no será fácil derrotarlo”.

El cambio de discurso fue radical, seguramente porque luego de la entrevista donde reconoció la fuerte contribución de López al clima que calificó de “odio”, fue que más tarde desayunó en Palacio Nacional y en vez de convencer al mesías, lo regañaron y le ordenaron que decir y apurar las iniciativas en materia de energía y eliminar organismos autónomos.

Y con ello, se profundiza la polarización. Es el mensaje claro de López, no va a cambiar, así quiere que ocurra y juega sus cartas para sostenerse en el poder por la fuerza y la dádiva.

Este asunto es muy grave, pues juega a someter a todos los organismos autónomos a los dictados de López al costo que sea, incluso la inversión privada en energía y otros rubros. Al fin como dice el zacatecano, no será fácil derrotarlo incluso por la vía de la confrontación.

Es decir, López ya no busca aliados con la iniciativa privada nacional, no le importa la inversión extranjera a la que inhibe y agrede con tal de salirse con la suya.

Somete a los poderes Legislativo y Judicial, le ha costado el electoral representado por el INE, pero lo desafía y desprestigia; busca acabar con la disidencia en medios y periodistas por diversas vías; compra a adversarios políticos con dinero, extorsión o promesas de poder.

Pero insiste; a los suyos, ya los tiene sometidos y por lo visto, luego de declarar que quien no está con él está en contra, iniciará una escalada muy dura contra estos. Los métodos serán diversos, incluyendo la amenaza fiscal, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda o el SAT.

Cuenta para ello, con todo el poder del gobierno, que no del Estado, para aplastar por la vía mediática a los “adversarios”, a quienes no se someten para lincharlos públicamente a nivel nacional, con sus comparsas y los dizque periodistas que forman su caja de aplausos en las mañaneras.

El cambio de discurso en unas horas de quien se sentía interlocutor desde el Senado, nos da la idea clara de lo que viene. López está radicalizando y así será su gobierno. Intentará por todos los medios sostener un poder absoluto que cimente su proyecto de 4T cuyos fundamentos sólo él conoce y materializa en su persona. Eso sí, sin ideología definida salvo la concentración unipersonal del poder.

Pero esto, aunque habrá daños, servirá también para definir a una oposición que busca no ser sometida ni a través de la extorsión y que defendió sus posiciones en la permanente del Congreso federal. Servirá para unificarlos y tal vez cuenten con el poder económico que López y los morenos, como reconoce Monreal, no consiguieron por la vía electoral. Es un enemigo formidable al que se enfrentan, saldrán chispas y algo más… Monreal, deberá definirse tarde o temprano.