• Languidece esperanza de un triunfo de la oposición como la pronta llegada de vacunas

Miguel A. Rocha Valencia

Cada día constatamos la perversidad del mesías de la 4T, apóstoles y seguidores. No cabe duda que la pandemia les cayó como “anillo al dedo” y utilizando apoyos con dinero fiscal a pesar del costo para el país, la esperanza de una vacuna que arranque de la angustia de morir a miles de mexicanos, son las mejores armas electorales para consolidarse en el poder.

Además, el machuchón de Palacio Nacional, tiene a su disposición la discrecionalidad para el uso del presupuesto, la compra de las Fuerzas Armadas, el sometimiento del poder Judicial y la mayoría del Congreso.

Y por si eso fuera poco, tiene en la Fiscalía General de la República, las de los estados gobernados por Morena, el SAT y la Unidad de Inteligencia de la Secretaría de Hacienda, la “horca y el cuchillo” para “apretar” y someter mediante la amenaza y el chantaje, a quien represente un peligro real en las próximas elecciones.

Es decir, con el dinero, el poder y la justicia en sus manos, las posibilidades de la oposición representada en lo que queda de los desprestigiados PAN, PRI y PRD, son mínimas. Es más, veremos en los próximos días que algunos de sus personeros preferirán no competir o de plano brincarse a Morena para ser redimidos de sus pecados en vez de recibir “un auto” de formal prisión o al menos no ser sometidos a una persecución en sus bienes o libertad.

De esto último no estarán a salvo, políticos, empresarios, medios, periodistas, líderes sociales u organizaciones de la sociedad civil. La persecución y amenaza, ya se aplican. Cooperan y se suman a la Cuarta o se atienen a las consecuencias ¿O no Rosario?

Algunos ya se ocultaron o se fueron especialmente del PRI y del PRD, que además son las raíces de los morenos con quienes hay complicidades de la misma corrupción con que crecieron y de la que hoy sólo son perdonados si se suman o al menos retroceden.

Muchos de ellos saben que sus opciones son limitadas, que de su decisión en estas elecciones se juegan más que un cargo, saben que después del seis de junio muchos de ellos no podrán alzar la frente ni disentir, acabarán en la ignominia de claudicar a sus principios (si algún día los tuvieron) y la congruencia como seres humanos. Perderán la vergüenza. 

Si se suman saben que tienen oportunidad de continuar con las sobras que les lance el caudillo a cambio de rendirle pleitesías, fidelidad absoluta, serán lacayos.

Si resisten, saben que se enfrentan a una misión casi imposible pero que al final, les rescatará la dignidad esa que, a lo largo de años de mal gobierno y latrocinios, les hicieron perder la confianza de la sociedad que le entregó el poder al caudillo tabasqueño con todas sus consecuencias.

Van los tres partidos, por 219 distritos electorales; los naranjas prefieren ir solos, pero enfrente tienen a ocho o nueve estructuras políticas aglutinadas en torno a Morena, algunas para asegurar su permanencia política, en el poder y en el presupuesto cobijadas por la impunidad que da el mesías tropical a sus lacayos. Veremos hasta dónde les alcanza, ojalá rescaten algo de dignidad y esperanza para México-país.

Esperanza tenue que estará ahí hasta el día de las elecciones como será de la que los mexicanos ya estemos vacunados contra el SARS-CoV-2, aunque para ese entonces ya sobrepasemos, en un escenario conservador, los 250 mil muertos y casi tres millones de contagiados.

Eso a pesar de que le creemos al secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez quien asegura que para finales de marzo contaremos con casi 22 millones de vacunas de diversas marcas incluyendo envasadas en México, de una o doble dosis de aplicación, y con ellas, atender la cobertura de 16 millones de adultos mayores de 60 años.

Y mientras decenas de miles de mexicanos sigan muriendo, asegura el funcionario que llegarán más vacunas hasta alcanzar 252 millones de dosis, de esas, están contratados 180 millones en los cuales se tienen comprometidos nueve mil 120 millones de pesos.

Queda claro entonces que, de aquí a finales de marzo, si se cumplen las expectativas de Herrera Gutiérrez habrá vacunas para personal de salud y adultos mayores; los otros 110 millones de mexicanos seguirán con la esperanza de que tarde o temprano les toque inmunizarse, de ser posible con la “patria” de manufactura nacional. ¿Cuándo? Cuando haya dosis disponibles y el personal para aplicárselas.