- Cuarta caída del PIB frente a un crecimiento del crimen
Miguel A. Rocha Valencia
Independientemente de que agradezca al presidente López entre otras cosas, la grave crisis económica-financiera en que hunde al país, debo “reconocer la firmeza” con la que calificó de mal gusto las críticas hacia su gobierno en materia de seguridad por parte de alto funcionario de Estados Unidos y que, al mismo tiempo, su gobierno, acepte la creación de una unidad de seguridad en la embajada de ese país en México.
Desde luego hay muchas cosas más que agradecerle a López Obrador, como el finiquito del Seguro Popular, las inseguridad y falta de política en la materia, violencia; que llame provocadores a presidentes municipales y justifique que se les gasee mientras a los anarquistas se les permite destruir, incendiar, golpear, ofender, escupir y desarmar a uniformados.
Le agradezco que justifique la liberación de criminales cuando ni siquiera estaba enterado de que se trataba, con lo cual demuestra que se hacen muchas cosas sin su conocimiento ni autorización, mientras deja a Rosario Robles en la cárcel por un domicilio al que él fue dos veces.
Sin duda hay que agradecerle que se caiga el Producto Interno Bruto (PIB) debido a que los empresarios, los inversionistas no creen en él y el dinero destinado a inversión y al gasto en administración pública, lo desvíe ilegalmente para regalarlo en programas clientelares.
No faltará quien le agradezca que, contra la norma, otorgue concesiones de obras y servicios sin licitación, de manera directa.
Los campesinos están felices por los “ahorros” de corrupción en programas de estímulo y desarrollo; otros por los recortes en la “inútil” investigación.
Pero lo que debemos agradecerle todos los mexicanos, menos aquellos que no realizan actividad productiva, es que caiga el PIB, donde se reporten crecimientos al 0.4 por ciento, lo cual implica que, frente al mismo periodo del año pasado, en que López ya era Presidente, el PIB haya caído 0.9 por ciento.
Un año que va de mal en peor, lo cual, según el jefe del Ejecutivo, hace felices a los mexicanos, especialmente a quienes realizan actividades primarias y secundarias, como la agricultura, construcción, minería, ganadería y la industria, donde el desempleo se incrementa casi en la misma proporción que la criminalidad, común donde se incluyen todos los delitos patrimoniales.
Ahí están los datos de Inegi, que marcan la cuarta caída anual del indicador de crecimiento, aunque claro, el presidente tiene los suyos y en el oráculo de Palacio Nacional, son los que valen. Por ello, una vez más, ¡Gracias señor presidente!
Por cierto, Jonathan Heat, subgobernador de Banxico opinó que la caída del indicador es muy mala noticia, a ver si no lo corren o lo vetan.