El Presidente de la Suprema Corte de Estados Unidos, John Roberts, tomó posesión para presidir el juicio de destitución contra el Donald Trump en el Senado y posteriormente tomó juramento a los senadores que servirán como jurado.

Los 100 legisladores firmaron uno por uno el juramento para hacer «justicia imparcial» en el proceso político.

John Roberts se dirigió desde la Suprema Corte, al otro lado de la calle en Washington, hasta la Cámara del Senado en el Capitolio.

La Constitución norteamericana ordena que el líder del poder judicial debe presidir el juicio en la Cámara alta.

La parte acusadora serán los fiscales, nombrados y aprobados ayer por la Cámara de Representantes. Estos son un equipo de demócratas que será liderado por el presidente del comité de Inteligencia, Adam Schiff.