Derivado de decomisos y devoluciones voluntarias hechas en Alemania, Italia, Países Bajos, Dinamarca, Australia, Francia y Estados Unidos, serán repatriadas a México alrededor de 750 piezas arqueológicas, originarias de la cultura olmecas, del Altiplano Central mesoamericano y de la época novohispana.
Entre los objetos que llegarán a territorio nacional en próximos meses, están una pila bautismal y un aspersor de agua bendita –ambos del siglo XVIII–, una urna maya elaborada entre los años 900 y 1600 de nuestra era, así como una pipa de barro con la figura zoomorfa de un mono sedente.
El anuncio de la repatriación de esos 750 bienes lo hizo Diego Prieto, director del INAH, durante la presentación de la serie de televisión “Grandeza de México: Tenochtitlán 500 años / 200 años de consumación de la Independencia”.
Ahora, a través de un comunicado, la Secretaría de Cultura detalló que algunas de las piezas repatriadas “podrían integrarse a la exposición México diverso.
Territorios, culturas y civilizaciones”, que será inaugurada en septiembre, en el Museo Nacional de Antropología, con motivo de los 500 años de la caída de Tenochtitlan y 200 años del bicentenario de la consumación de la Independencia.