Miguel Ángel López Farías

Podría arrancar el comentario soltando una obviedad como esta «no existe nada más doloroso para los padres que perder a un hijo»… o «que muy pocos entienden lo que significa estar en una guerra en contra del cáncer que le dio a un hijo»… y si, se trata de un paseo por el infierno, en una batalla entre el organismo de un infante y los tumores, en tratar de encontrar lo positivo después de una brutal quimioterapia.

La prueba para la familia es toda una lección de vida, de resistencia y nada existe que pueda matizar el sufrimiento, más que el auxilio, la ayuda de los especialistas, sus soluciones, los medicamentos y su oportuna aplicación son determinantes para salvar la vida de una criatura, el tema es entender esta situación, ser sensible a todo esto, la empatía con quien pasa por este trauma es vital para poder ayudar, y más cuando se trata de los médicos y enfermeras, quienes, y se entiende, terminan haciéndose un poco o mucho duros, se blindan para no llevarse ese dolor a casa, es un mecanismo de protección y se acepta, pero arriba de ellos se encuentran quienes en un plano ejecutivo toman decisiones importantes que abren o cierran esperanzas de vida para los pacientes.

Y es en ese casillero en donde escuchamos con extrañeza la respuesta del secretario de salud, Jorge Alcocer Varela, quien el martes pasado dijo que el desabasto de medicamentos oncológico no era una urgencia y que había otras opciones para atender a los enfermos, diré algo, no creo que Don Jorge saliera a disparar esto con el ánimo de agredir a los familiares de los niños con cáncer, se requeriría tener el corazón de piedra, se resbalo y hasta ahí, pero lo que si demuestra es algo mucho más preocupante, el que alguien , dentro de la administración federal no está haciendo bien su trabajo, que si hay desabasto es porque alguien corto el suministro de los medicamentos que sirven a los pacientes, y es ahí en donde el papel de un secretario de salud tiene que ser enérgico y no permitir que vuelva a suceder, pues sus disculpas, aunque las aceptaron por ser sinceras, no cubre la pregunta del por qué se llegó a este punto.

Lo que refleja, otra vez, el chabacanismo de muchos que llegaron a cargos directivos en este gobierno y que por su inexperiencia están cometiendo errores, sumando fallas en algo que ya deberían haber aprendido: a ser gobierno, los padres de familia de los niños con cáncer han dicho que no les interesa encontrar culpables, y tienen razón, su preocupación va mas allá, ellos respiran con la esperanza de que sus hijos se curen, pero hacia afuera, si es importante que se abra a la luz todo esto que está generando que el tren de la 4T vaya sobre rieles que nos sabemos en qué momento se descarrilaran.

No defiendo a Alcocer, solo que francamente no pienso que haya sido su deseo lastimar, pero alguien, hacia abajo de su cargo, le están informando mal, no están resolviendo puntos tan sensibles como este, mismo caso en muchas áreas en donde llegaron personajes sin una idea del que hacer con el cargo dando pie a uno de los arranques de gobierno alguno con el mayor número de fallas, tropiezos y errores, tal y como se ha presentado con el desabasto de medicamentos.

Cierto, un niño con cáncer no tendría que pagar por esto, y justo es que aquellos que no hacen lo que les toca, por una mala entendida austeridad o la comprobada arrogancia de muchos de los que llegaron en el barco morenista no debería impedir que un presidente, el jefe del ejecutivo tome medidas drásticas para contener ese tipo de acciones que muy poco le ayudan.