“¿Por qué se tomó la decisión editorial de poner el nombre

y la cara de una mujer a esta investigación periodística?

Eso se llama violencia política de género”

Rosario Robles

Arturo Suárez Ramírez  

Estimados amigos lectores muchas gracias por su tiempo para la lectura de la presente columna publicada en tan prestigiado medio de comunicación. Si algo debe la Cuarta Transformación y el presidente Andrés Manuel López Obrador, es justicia sobre todos aquellos que ocasionaron daño, quebranto y robo sobre los bienes de la nación.

Esos personajes que desde hace años el tabasqueño los encuadro en “la mafia del poder”: Salinas de Gortari, Enrique Peña Nieto, Diego Fernández de Cevallos, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa, y una muy larga lista, sobre todo de priistas. En la campaña del año pasado, prometió llevar ante la justicia a quien hubiera cometido actos ilícitos, pero pronto, muy pronto se desistió.

Sus frases se volvieron titulares, desde el “borrón y cuenta nueva”, “no nos vamos a detener en eso”, “no hay persecución”, “no hay cacería de brujas”, “son chivos expiatorios”, es lo que repite una y otra vez cuando se le pregunta sobre el caso de Emilio Lozoya y la inútil planta Fertinal, Enrique Peña Nieto y su “casa blanca” o Rosario Robles y la “estafa maestra”.

Es cierto, eso le corresponde a la Fiscalía General de la República, en el papel independiente a la Presidencia de la República, pero también es verdad que nada se mueve sin que lo apruebe el señor presidente.

El sello particular del “peñismo” es la despiadada e irresponsable corrupción que generó el hartazgo social, que a su vez permitió el arribo de la Cuarta Transformación. Pero durante el proceso de campaña se denunció en varias columnas, un pacto de impunidad entre la administración saliente y quien a la postre sería el presidente.

Todos los caminos llevan a Peña Nieto. Primero el de Emilio Lozoya con Fertinal y Odebrecht, y segundo la “estafa maestra” de Rosario Robles Berlanga que hoy acapara los titulares de la prensa nacional. En ambos casos el entonces presidente Enrique Peña Nieto, debería haber estado enterado y por lo tanto tiene responsabilidad.

Ahora es cuando el presidente puede recuperar algo de su capital político perdido, debe dejar actuar libremente al fiscal Alejandro Gertz Manero, para que se haga justicia y no venganza.

Que no le tiemble la mano al presidente y que demuestre que no hay tal pacto de impunidad con “la mafia del poder”, veremos.  

Entre Palabras

El Congreso de Tabasco aprobó reformas al Código Penal, con lo que castigará hasta con 20 años de cárcel el bloqueo de obras públicas o privadas y cierres carreteros con fines de extorsión. Papelón de la izquierda, hace unos meses cuando eran oposición a la menor provocación gritaban ¡represión!  

Escríbeme tus comentarios al correo electrónico suartu@gmail.com sígueme en la cuenta de Twitter @arturosuarez y en Instagram @arturosuarez_.

Muchas gracias y hasta la próxima.