Rafael Lulet

El sureste ha sido una región con graves dolencias de seguridad, empleo e infraestructura urbana, desde sexenios de pésimos gobiernos estatales y federales quienes han hecho caso omiso a las suplicas de la población para atender las carencias de sus habitantes, quienes han tenido que emigrar  a otros lugares para conseguir trabajo y escapar de la violencia acontecida desde el arribo de los cárteles facilitado por las anteriores administraciones.

El gobierno de Patricio Chirinos, a finales de los noventa, vino a marcar una fuerte escases de trabajo, siendo la transición presidencial de Ernesto Zedillo a Vicente Fox,  no vino a mejorar la situación, sino al contrario empeoró, ocasionando la fuerte migración de los Veracruzanos a diferentes Estados del País, dejando un panorama de abandono de casas, edificios y tierras en toda la región, quienes se quedaron sufrieron de la crisis estatal, aunque otros pudieron sobreponerse gracias a la ayuda de los familiares que pudieron colocarse en otros lugares.

Al culminar el periodo de Vicente Fox, la economía parecía tener una pequeña luz en el horizonte, pero con la llegada de Felipe Calderón, decayó drásticamente más allá del suelo, la presencia del Narcotráfico en todo el País se hizo notar de una manera impactante, y Veracruz no fue la excepción, los Zetas, siendo una organización criminal sanguinaria sembró el terror en muchas partes de la Republica, y en la región del Sureste fue uno de lo territorios asediados por estos.

Lo peor de la entrada de los Zetas fue que gobiernos como el Fidel Herrera, apodado como el “Z1”, facilitarían la operatividad del cartel en la región, dando como resultados a secuestros, cobro de piso, de transito, algo implantado a los inmigrantes centroamericanos, narcomenudeo, lavado de dinero, y posteriormente se enfatizó más con la presencia del Cartel “Jalisco Nueva Generación” quienes vieron en el Estado un buen punto estratégico de la Diversidad de operaciones instauradas por los Zetas aparte del tema de las Drogas, haciendo todo lo posible para disputarse el territorio en el Estado, siendo esto desde el periodo de Peña Nieto.

El tema de Javier Duarte es un claro aspecto de cómo ha terminado Veracruz en los últimos años, sin hacer nada Miguel Ángel Yunes para erradicar la violencia de carteles en la región, Duarte fue y será una vergüenza nacional no nada más Estatal, concebida por los Priístas de Peña Nieto y Videgaray; todo esto, es lo sufrido por los Veracruzanos, no es nuevo, es tema viejo el cual los diversos gobiernos no han querido o no les han convenido erradicarlo, suponiendo las altas ganancias que también les ha generado el crimen organizado a quienes tienen la obligación de protegernos.

Ahora lo ocurrido en Minatitlán, no es un tema actual, quienes viven o tienen familiares en esa zona de los municipio circundados, han escuchado a cada momento de levantones, desapariciones, secuestros, robos, asesinatos, descabezados, desmembrados, entre otros más situaciones que no se vivían en la región, hasta en los últimos tres anteriores administraciones, algo el cual ya es común convirtiéndose en un albur el sobrevivir en el Estado, noticias de este estilo es el “Pan Nuestro de todos los días” desde hace más de 12 años.

Muchos han alzado la voz para exhibir tales situaciones durante años, dejando muertos a lideres, periodistas y personas civiles; las fosas son un claro ejemplo de lo antes dicho, y los muertos hablan por sí mismo desde cuando han estado ocurriendo, no es solo de meses, algo no comentado por los Priístas o Panistas quienes gobernaron anteriormente, por no convenirles ahora hacen reclamaciones al Gobierno Federal y Estatal para presionar lucrando con las muertes de Minatitlán, sin tocar los pésimos administraciones que ellos heredaron.

Esperemos pronto se normalice la situación en Veracruz, por el bien de muchos, y que el gobierno de López Obrador y Cuitláhuac García ya comiencen a dar resultados y no sean decepciones como otros gobiernos lo fueron.