Fragon 

CONTINUACIÓN.- En la columna anterior comentamos el torrente de bisbiseos-murmullos que generó entre la grey política nacional y local el informe de actividades legislativas del senador Julio Menchaca Salazar. El tufo fue más a destape. 

Dentro del maderamen de funcionarios y políticos, los reflectores tuvieron un enfoque principal entre el anfitrión Menchaca Salazar y Francisco Xavier Berganza (diputado local de Morena). Ambos, con serias posibilidades para ser el ungido por morena en el proceso de la renovación del poder ejecutivo local.  

En el protocolo del saludo, los fotoperiodistas aclamaban una gráfica de los dos personajes, quienes desoyeron la petición. En esos instantes llamó poderosamente la atención lo que el cantante le decía con cierto sigilo a Menchaca, quien se limitó a asentar con su cabeza. Muy difícil de leer los labios o entender algo a lo lejos, pues el cubrebocas lo impidió. Solamente ellos dos saben. 

¿Yo te respeto? ¿Te refrendo mi apoyo? Así múltiples interrogantes que rondan en ese saludo. Lo que sí descartamos es que haya sido un balbuceo de felicitación. Porque, curiosamente, 24 horas después, precisamente, Francisco Xavier Berganza, convocó a una rueda de prensa. 

Se esperaba que el tema central rondaría respecto a su trabajo legislativo. Pero no fue así. El diputado local y ex panista desestimó el tema de las encuestas y también criticó el evento del senador Julio Menchaca. Aprovechó a los medios para comentar algunos “logros” que emprendería en caso de llegar a la silla del poder del cuarto piso del Palacio de Gobierno asentado en la emblemática Plaza Juárez, de la capital hidalguense. 

Para algunos opinólogos imparciales subrayan algunos yerros del senador Menchaca referente a su “informe” de actividades legislativas, empezando por la sede: el estadio Revolución Mexicana. La excesiva logística del evento generó caos vial, suspensión de actividades deportivas al interior del recinto deportivo, además del peligro de contagio por la masiva convocatoria. 

Aun cuando se insistía que en el complejo se reunió a 5 mil almas, la realidad es diferente. Esta cifra sería verídica antes de que el coloso de Revolución fuera remodelado. Sin embargo, con su reestructura, se quitaron las gradas de todo un costado. El evento se desarrolló en la cancha de fútbol que, según las medidas oficiales, data de un ancho de 45 metros por 90 metros de largo. 

Descontemos el espacio que ocupó el templete y las múltiples estructuras de la carpa. Ante la evidente reducción, era imposible que se instalaran 5 mil sillas, que, por cierto, no estuvieron uniformadas con la sana distancia.  De ahí que el cálculo redondea a unas 2 mil personas. Al día siguiente, una sola persona se dedicó al retiro de basura acumulada. Amén de los daños que sufrió el césped artificial y la pista de atletismo.  

Quizá el Estadio Hidalgo -con capacidad para más de 30 mil personas- fuera otro cantar. Algo más sencillo: el Auditorio Gota de Plata, lugar en donde se realizó el anterior informe y que evitó todo tipo de críticas. 

Incluso, en ese entonces, Menchaca cuidó las rechiflas, que, esta vez, hicieron blanco en algunos políticos, lo que opacó su tercer informe de actividades, o el destape, como usted le guste llamar, abriendo la canilla a la especulación, crítica, suspicacia, y todo tipo de cuestionamientos en su contra. Alborotó, pues, el avispero político. ¿Pero qué necesidad?… Al tiempo.