• ¿Están los días contados para la líder sindical de salud, Sonia Ocampo?

FRAGON 

El martes 2 de febrero del 2021 quedará a perpetuidad en la memoria de Sonia Ocampo Chapa, secretaria general de la sección XX (Hidalgo) del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud. Por su culpa, ese día, fue separado de su cargo el director del Hospital General de Pachuca, Mario Alberto Tenorio Pastrana. 

El motivo: autorizar la vacuna contra Covid-19 a la dirigente sindical y no respetar las disposiciones establecidas por la Secretaría de Salud federal y estatal de mantener un orden específico en el proceso de vacunación para el personal médico que representa la primera línea. 
También se dijo que -el ahora ex director del hospital- tomó la decisión de inmunizar a la líder sindical “con la intención de apoyarla ante la delicada situación que vive con uno de sus hijos, quien se encuentra hospitalizado en terapia intensiva, luchando contra el Covid-19 en el mismo hospital. 

Supuestamente se realizaron los correspondientes procesos legales que incluyen la vista a la Contraloría Interna de la Secretaría de Salud estatal para iniciar las investigaciones correspondientes hacia el galeno Tenorio Pastrana. 

Horas después -ante semejante escándalo que se desató en sus distintos ámbitos, mancomunado de polémica- doña Sonia Ocampo mandó a personal de su gremio a colocar mantas donde supuestamente le otorgan total respaldo de la plantilla y los miembros de la organización gremial. No obstante, la inconformidad prevalece. Y trascendió que existen denuncias en su contra para que se le investigue por el acto que cometió. 

Del hijo que tanto se habla y que está hospitalizado por Covid, se trata de Francisco Azael Soto Ocampo de 40 años de edad y quien ingresó a terapia intensiva, cama 3 con código rosa.  En esta área especial solo existen diez camas. No hay tanta contaminación. Vaya, se trata de una unidad de cuidados más especiales, ya sea por la gravedad de la salud o preferencia política. 

Dentro de los privilegios que gozan los catalogados de código rosa no surten receta médica. Es decir, los medicamentos que requiera el paciente son costeados por el mismo Hospital General de Pachuca. Además, no tienen tiempo límite para el informe médico. Tienen total acceso a las evaluaciones médicas. 

No así -lamentablemente- el resto de pacientes, comunes, sin padrinazgos. Aquí, sus familiares deben esperar considerable tiempo a que se les proporcione el estatus de salud de sus pacientes. Ya ni decir de proveer la receta médica a cualquier precio. 

Sonia Ocampo lleva cuatro períodos como líder sindical. Se rehúsa, pues, a dejar el “hueso”.  En este promedio de diez años de mandato, la dirigente ha logrado multiplicar diversos beneficios personales y colocar a toda su familia con buenas plazas dentro de la Secretaría de Salud. Léase: hijos, nueras y sobrinos. 

Hasta el momento la lideresa sindical ha hecho mutis en sus redes sociales. Por ejemplo, en su cuenta de Twitter @soniaocampoc de apenas 538 seguidores, su última publicación fue el 27 de enero de este 2021, pocos días antes de que estallara inmenso escándalo. 

A ver qué responde a todo esto Marco Antonio García Ayala, presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud e integrante de la Junta de Gobierno del INSABI. Queda la obligada duda: ¿están contados los días para Sonia Ocampo? Al tiempo…