Andrés Suárez Ramírez
Con el reciente caso de dopaje por la substancia de alcalino del jugador de fútbol profesional del Pachuca, Víctor Guzmán, le trajo como consecuencia dejar de ser uno de los refuerzos del esperanzador proyecto de las Chivas del Guadalajara para el Clausura 2020 y ahora espera una sanción que podría ir de seis meses a dos años fuera de toda cancha oficial por la FIFA.
La prueba que se le realizó al jugador nacido en Guadalajara, Víctor Alfonso Guzmán Guzmán, fue cuando todavía era jugador de los Tuzos del Pachuca durante un encuentro de la temporada pasada, ante los Gallos Blancos del Querétaro, el cual fue hace cinco meses (10 de agosto del 2019); lo que más causa sorpresa es que tuvo que pasar este tiempo para conocer el caso.
La única respuesta por parte del jugador fue mediante una publicación en Instagram, asegurando que los resultados le fueron informados el 9 de enero del presente año, sobre un examen que se aplicó el 10 de agosto del 2019.
El posicionamiento por parte de la Liga MX fue que nunca existió dolo por parte de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), al entregar los resultados de manera tardada y mucho menos ocultarlos, sabiendo que el jugador ya se encontraba en Chivas.
Cuarta transformación retrasa los resultados
En la última década los casos de dopaje fueron contados, hasta que en el 2016 se destaparon varios casos y que agudizaron más los problemas porque en México tenían los laboratorios certificados por la WADA.
Aunque al comienzo de esta administración los laboratorios puestos por la Comisión Nacional de Cultura Física y el Deporte (Conade) fueron cerrados, perdiendo por default la certificación de la Agencia.

La titular de la Conade, Ana Gabriela Guevara señaló que los costos para mantener este tipo de laboratorios eran excesivos y el presupuesto sería retirado a partir del 1 de agosto del 2019.
La certificación de este laboratorio fue obtenida en 2013 y era el único en México que podía ofrecer este tipo de resultados que requieren exactitud.
El director de Medicina y Ciencias Aplicadas de la Conade, Raúl Carrillo, enfatizó que la decisión no únicamente viene de Ana Gabriela Guevara, sino del presidente Andrés Manuel López Obrador quien quiere mantener sus políticas de austeridad.
El presupuesto para mantener la certificación de la WADA iba entre los 30 y 35 mil pesos de manera anual y el responsable en el área era Benjamín Velasco.
Las pruebas de antidopaje en México se aplicaban en actividades profesionales y amateur, las cuales pasan primero por el Laboratorio de Prevención y Control. Las muestras de los deportistas tanto nacionales como extranjeros que buscan obtener un lugar para los Juegos Olímpicos y futbolistas de la Liga MX fueron inaugurados en el 2000.
Durante sus años de certificación por parte de la WADA el laboratorio reportó 33 casos de doping por clembuterol, principalmente de la Liga MX; esto puso a los laboratorios en la tabla, aunque el golpe final fue por el caso de la esgrimista Paola Priego, a quien se le acusó de usar la sustancia “modafinil”, la cual era utilizada para mejorar su rendimiento de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
La WADA quitó la certificación de manera provisional, justificando que se retiró por irregularidades de los procedimientos y falta de lineamientos.
Actualmente los exámenes de los jugadores futbol de la liga mexicana se tienen que hacer y mandar a Cuba, lugar donde si se cuenta con la certificación, pero las respuestas son tardadas.
Otros casos de jugadores profesionales
Si bien el caso de Víctor Guzmán en el balompié mexicano no es y ni será el último del que se hable hay otros jugadores que han sufrido este tipo de situaciones incómodas y que han tenido sanciones ejemplares.
Uno de ellos fue Claudio Suárez a quien se le acusó de dar positivo en la Copa Confederaciones de 1997; para la Copa América de 1999 Paulo César Chávez y Raúl Rodrigo Lara dieron positivo por nadrolona y les trajo un castigo de seis meses.
Salvador Carmona y Aarón Galindo dieron positivo en la Copa Confederaciones por la sustancia de norandroseterona, teniendo un castigo de un año sin actividad.

Finalmente en el 2011 los jugadores Guillermo Ochoa, Antonio Naelson Sinha, Edgar Dueñas, Javier Rodríguez y Christian Bermúdez, quienes se encontraban con la Selección Mexicana para enfrentar la Copa Ora, tuvieron que abandonar al equipo por el clembuterol.