«La caída del empleo es resultado del endeble comportamiento económico. En 2020 hubo:
• Una disminución de (-)1.7 millones de personas en la Población Económicamente Activa (PEA), al pasar de 57.6 millones a 55.9 millones.
• Los ocupados en actividades terciarias descendieron (-)1.7 millones, siendo el impacto mayor en el sector de restaurantes y servicios de alojamiento con una reducción de
(-)769 mil y los servicios diversos con (-)489 mil ocupados menos.
• La ocupación en micronegocios disminuyó en 914 mil.
• La población subocupada aumentó en 3.8 millones, al pasar de 4.3 a 8.1 millones.
• La tasa de desocupación aumentó 1.2 puntos porcentuales al pasar de 3.4% a 4.6% a nivel nacional.
• Oaxaca con 78.5%, seguido de Guerrero con 77.3% y Chiapas con 76.4% reportaron las tasas más altas de informalidad laboral; en cambio, Nuevo León con 35.6%, Coahuila de Zaragoza con 36.7% y Chihuahua con 37.3% generaron mayor formalidad laboral en el IVT-20.
Las Secretarías de Hacienda, Economía, del Trabajo, Turismo, Energía, Agricultura, deben fomentar el «efecto mariposa» para impulsar el consumo, la producción y el empleo, y la secretaría de Seguridad debe proteger la inversión fija bruta.
Por su parte, el presidente López Obrador debe brindar confianza al empresariado y certidumbre al inversionista.
Ello fomentará el crecimiento económico y blindará la política monetaria de Banxico».
Analiza José Ignacio Martínez Cortés, coordinador de LACEN-UNAM y profesor del CRI-FCPyS.