Las compras en la Central de Abasto (Ceda) para preparar la cena navideña se complican cada vez más debido a las obras.
En la entrada del mercado más grande de América Latina, los conductores padecen la construcción del puente vehicular que de Circuito Interior permitirá salir de Río Churubusco y descender en el Eje 6 Sur.
Pero eso no es todo, al ingresar a la Ceda, los congestionamientos persiguen a los compradores, tanto al interior del circuito vial como en los estacionamientos que rodean los pasillos de las bodegas.
Esto, debido a que, a través del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), el Gobierno realiza obras para renovar, por primera vez en 37 años, las tuberías de agua potable y drenaje de la Central y la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) cambia el asfalto lleno de baches por un moderno concreto hidráulico.
Además, los compradores enfrentan otro obstáculo, pues dentro de los estacionamientos franeleros y taxistas piratas mantienen apartados cajones por los que llegan a cobrar 40 pesos, cuando los estacionamientos elevados cuestan 20 pesos.