Pedro Flores 

El presidente Andrés Manuel López Obrador, miente cuando dice que su deporte favorito es el beisbol, si bien puede dar unos batazos en el campo de los tranviarios, en donde Pedro “El Mago “Septíen le detectó el mal en la columna vertebral una vez que estaba pichando, en su actuar político demuestra su inclinación hacia el futbol americano. 

AMLO ha utilizado en su lenguaje, en las “mañaneras”, prácticamente todos los términos de cualquier libro de jugadas que se utiliza en “El Emperador de los Deportes”. Podemos observar que la única jugada que nunca emplea es la “entrada por línea” o sea una directa, ya que él siempre sale librado de toda culpa. 

Pero que tal “la reversible” “Todo es culpa de los conservadores…” la “reversible con pase” a la prensa quien la ha calificado de: Hampa del periodismo; Prensa fifí; Fantoches; Conservadores; Sabelotodo; Hipócritas; Prensa vendida, alquilada e inmunda; adversaria y que muerden la mano de quien les soltó el bozal, entre otras muchas. 

La idea de mantenerse en y con poder el mayor tiempo posible, lo llevó a estudiar bien su libro de jugadas, y aquel 19 marzo 2019 realizó una “Jugada Retardada” al comprometerse por escrito a no ¿buscar la reelección como presidente de México?, claro lo firmó, pero no lo protocolarizó ante notario alguno. 

Eso fue su primer paso para luego realizar “una jugada de trampa”, el 7 de septiembre de 2021 cuando el diputado Jaime Fernando Cárdenas Gracia, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, se aprueba el proyecto de decreto que reforma los artículos 40 y 41 y adiciona la fracción XXIX-Q al artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y por el que se expide la Ley de Revocación de Mandato. 

El proceso de revocación de mandato es el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía (el pueblo sabio) para determinar la conclusión anticipada en el desempeño del cargo de la persona titular de la Presidencia de la República, o del poder legislativo federal, a partir de la pérdida de la confianza. 

En dicha disposición se menciona que el IFE, el cual ya destruyó, sería el encargado de organizar, promover e instrumentar los mecanismos de democracia participativa y deliberativa que la Constitución establece, con el objeto de regular y garantizar el ejercicio del derecho del electorado a requerir la revocatoria de mandato, pero ahora sin ese organismo sería la Secretaría de Gobernación la que tendrá injerencia directa. 

AMLO sabe que no es táctico políticamente hablar de reelección a pesar de su decreciente popularidad, de ahí que esté haciendo un buen bloqueo, para que sus corredores Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum puedan llegar libremente a la zona de anotación y de esta manera mantener y proseguir con su proyecto. 

AMLO  sufre hipertiroidismo, gota y angina inestable de alto riesgo, daño al corazón,  una falla cardiaca llamada lipotimia que origina pérdida del conocimiento por deficiente riego sanguíneo, además del daño en la columna vertebral y padece las consecuencias del Covid, que no han dado a conocer,  de ahí la importancia de que haga a un lado las críticas  por los saqueos, el narco, los feminicidios, los moches, los viajes del titular de la Sedena y el nepotismo recién exhibido, pero a él sólo le interesan las elecciones de 2024, incluso para saber a quién  atacar ha pedido a la “oposición” ya dé a conocer el nombre del destapado e incluso él ya propuso prospectos. 

El habitante de Palacio Nacional sabe perfectamente que tiene que entregar el poder y llegar a acuerdos con su incondicional, para que basado en su imagen y en la revocación de mandato el “elegido” pierda la confianza del “pueblo sabio” y ya mejorado de sus males, emule al general Douglas McArthur, con su legendaria frase: I shall return, que en español simplemente es VOLVERÉ.