Bernardo López
La señora X también está urgida de interlocución con los líderes de la 4T, principalmente con el “ganso”, porque de esa manera logra que la sociedad la conozca, aunque eso no significa que se transforme en alguna simpatía en favor de ella, para lograr una tendencia del voto a su favor, eso se logra con otras tácticas.
Algunos líderes de Morena en la Ciudad de México mordieron el anzuelo y comenzaron a atacarla con el tema de su casa, ubicada en la colonia Reforma Social, que según la información, cuenta con “Aviso de Terminación de Obra”, pero no de permiso de suelo y ocupación.
En un boletín, los miembros de esta institución política piden al alcalde de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, solicitar a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, el aseguramiento del fraccionamiento, tal y como lo ha ejecutado contra otros predios.
También señalan que se debe investigar un posible conflicto de interés en la construcción del complejo, pues en 2017 -siendo delegada la señora X- entregó a los desarrolladores la manifestación de construcción; consecuentemente esto le generó beneficios, porque “la casa del moche” la adquirió a precio preferencial.
Además de eso, se piden sanciones contra el director responsable de obra, revocar la manifestación de construcción y solicitar la custodia de los folios reales en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio de la Ciudad de México.
Hasta ahí parecer todo bien, sin embargo, el error que cometieron fue exigir que derribaran la casa, porque eso le dio pauta a la señora X de encontrar un argumento para su promoción, pues este ataque la hace ver como víctima de la situación, y no como un señalamiento de un presunto acto de corrupción y conflicto de intereses.
Existe un dicho que reza “que hablen de ti aunque sea mal”, lo que significa que si se menciona a alguien se le otorga poder por el hecho de nombrarla, que en este caso, a la señora X la legitiman como adversario, y eso es una mala táctica.
No se le debería atacar de esa forma y, mucho menos, otorgarle la categoría de interlocutora -y esto tendría que aplicar el presidente y la coordinadora de los Comités de Defensa de la 4T-; es mejor no hacerle caso a la señora X, y dejar que se desinfle, pues no cuenta por sí sola con la capacidad de permanecer en el imaginario colectivo. La señora X es una mercancía hueca, que únicamente le alcanza para decir groserías y que no cuenta con la sólida base argumentativa de la política Beatriz Paredes, quien hubiese sido una mejor candidata del Frente Amplio por México.