Pedro Flores
Muy interesante ha sido el proceso de vacunación en México, recordando desde el exhorto presidencial de salir a la calle o que con estampitas se eliminaban los contagios, que solo los delincuentes y conservadores serían los propensos a la pandemia, hasta que… el presidente se contagió de COVID-19
Ante esta declaración mucha gente recordó que en el mundo del fútbol americano hay lo que se llama una “jugada de trampa” que la utilizan aquellos que buscan hacer creer una cosa, pero la jugada es otra, según los intereses del equipo.
Unos opinaban que era una jugada tipo Donald Trump, que se enfermó y a los tres días se recuperó con “su” medicina y aquí como la pandemia había caído como “anillo al dedo”, pues muchos afirmaron que era la misma jugada.
La especulación y las ahora “malditas redes sociales” que actualmente quieren reglamentar, hicieron mil conjeturas, ya que además de lo anterior se manejó una embolia cerebral, que aunado a los males de la columna y del corazón que le produjeron un infarto a los 67 años, hicieron pensar lo peor.
Dentro de las “dudas razonables” que se desataron, fue la interrogante de que si estaba contagiado de SARS-CoV-2, porque no fue atendido en el Hospital Militar, como lo han hecho todos los jefes de las Fuerzas Armadas y se “trato” en Palacio Nacional.
Por otro lado, su equipo de comunicación social tardó mucho tiempo en encontrar una salida y lo hicieron a través de un video, que las malas lenguas aseguran se filmó en 17 horas, en donde el primer mandatario, sin cubrebocas, apareció deambulando por un frío Palacio Nacional.
Personal médico al opinar sobre la presencia de AMLO, detectó de inmediato que, por principio estaba desaliñado, de andar pausado y que su mirada denotaba una aguda enfermedad, pero que de ninguna manera eran los síntomas al 100% de coronavirus.
Obviamente sus voceros oficiales siempre manifestaron que el presidente “evolucionaba bien dentro de su gravedad” eso lo reiteró López-Gatell a quien ya nadie le cree, porque como dice una cosa dice la otra, recordemos la frase que lo hizo famoso: “La fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio” y otra vez se equivocó
Y vino el milagro, aun cuando los enfermos de Covid-19, requieren de un periodo largo para una mediana recuperación, el presidente mexicano sale en otro video y asegura que ya salió negativo a dicho padecimiento y que en breve retornará a sus actividades sin problema alguno.
Todo el mundo está esperando el resultado de esta “jugada de trampa de Palacio”, muchos opinan que esta maniobra, sólo servirá para retomar eso de “anillo al dedo”, y decir que las vacunas que están trayendo son lo máximo y que gracias a la 4T México no debe temer al coronavirus ni a sus variantes.
El semblante del presidente en el segundo video, tampoco deja satisfechos a neurólogos consultados, ya que a pesar de intenso maquillaje con el que ha aparecido en sus dos presentaciones, las ojeras fueron manifiestas y el habla, al menos en ese momento, era muy lento.
La presión, no arterial, sino física que le origina el problema de los comicios de julio próximo le originará un desgaste mayor, sabemos que cuenta con mucho dinero para emplearlo en dichos comicios, pero ¿tendrá la gente para operarlo ante la división de Morena y salud para resistirlo?
Él sabe perfectamente como está el caos en la vacunación y el arreglo con Pfizer si la ciudadanía sabe que se las cuasi regalaron perderá votos, por eso mandó a congelar 5 años todo lo referente a dicho convenio con la farmacéutica mencionada.
Pero existe otro problema que lo agobia, el organismo INFOBAE reprodujo una declaración del mandatario ruso Vladimir Putin, en donde encendió las alarmas en todo el mundo. Es que aseguró que la vacuna rusa Sputnik V no está aprobada para mayores de 60 años, está aprobada para un determinado grupo de edad, de 18 a 60 años.
En fin, en los próximos días veremos el resultado de esta “Jugada de Trampa”, y todo sea por las elecciones del 2021.