Hunden educación
Miguel A. Rocha Valencia
Cumplió con la promesa de condenar a millones de niños al fracaso
Una vez más, debemos agradecer al titular del Ejecutivo, cumplir sus promesas para hundir al país.
Los lacayos disfrazados de legisladores de Morena, cumplimentaron la encomienda de enterrar la reforma educativa y entregar al sector a las manos capaces, inteligentes y preparadas de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE).
Les entregaron también, las plazas automáticas y con ello sin necesidad de examen previo, les entregaron el futuro de millones de niños que tendrán maestros con o sin capacidad para ejercer el magisterio.
Pero por si acaso pudieran equivocarse, también se les perdona todo lo que hagan, hasta incumplir con su responsabilidad primaria de acudir al salón de clase.
Podrán parar actividades, marchar por donde quieran, tomar instalaciones y sin sanción alguna ¿Qué más pueden pedir?
Por eso hay que agradecer a la 4T la entrega de 27 millones de alumnos de instrucción básica a sujetos que ni siquiera saben ortografía y menos aún aritmética o geografía.
Bastará con que egresen de las normales públicas incluyendo las que son semilleros de activistas como la Benito Juárez de Oaxaca, la del Mexe en Hidalgo o la de Ayotzinapa en Guerrero, donde se aplica el autogobierno sin ningún tipo de control en el nivel académico. Y como habrá que darles plaza a fuerza, se podrán habilitar, como maestros de cualquier nivel.
De esa manera una educadora (kínder) podrá dar clase de matemáticas, inglés o química en secundaria, sin saber escribir su nombre. De hecho, eso es lo que combatía la reforma educativa, la improvisación y la incapacidad.
Pero como dijo el oráculo de Palacio Nacional: lo prometió y lo cumplió a contrapelo de lo que diga la oposición política o la lógica más elemental.
El hecho debe quedar perfectamente registrado y apuntarle nombres como el de Mario Delgado, coordinador de la mayoría de Morena en San Lázaro, para recordarlos junto con el autor de este desatino, por decir lo menos, que causará un mayor retroceso en la instrucción pública del país, ya de por si de reprobados.
Prefirieron mantener una clientela electoral que reforzar un futuro de éxito para millones de nuevas generaciones. Por eso ¡Gracias señor presidente!