Nos comentan que en la década de los 80 y 90 se crearon grupos que se autoemplearon haciendo tesis para estudiantes de licenciatura, ya que ese era la vía de titulación para obtener el grado.
Así se anunciaban en los periódicos de la época, en busca de quien pagara sus servicios. En algunos casos hacían la investigación completa, en otro se “fusilaban” los contenidos de otras universidades, de otras facultades, de escuelas de los estados, le daban una “chaineada” y tenían una tesis en pocos días.
A eso le entraron docentes de varias escuelas y bajo la lógica de “se me hizo fácil” asesores, correctores y sinodales le entraron para ganarse unos pesos, un negocio redondo que se extinguió con la tecnología y nuevas formas de titulación. Quizás por ahí deberían de buscarle y más de uno incurrió en lo mismo que hizo la ministra Yasmín Esquivel.