Un aumento de la temperatura media global de entre 3 y 4 grados (respecto a niveles preindustriales) a finales de siglo causaría 2.3 millones de muertes adicionales en Europa a consecuencia del calor, y la peor parte se la llevarían ciudades españolas, como Barcelona, Madrid o Valencia.
Así lo pone de manifiesto un estudio recogido en la revista Nature Medicine, que modelizó el impacto del aumento de la temperatura media global en 854 zonas urbanas de 30 países europeos.
Los investigadores tuvieron en cuenta tres escenarios de temperatura: uno en el que se cumple el Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático y la temperatura global no sube más de 2 grados a finales de siglo; otro en el que sube entre 2 y 3 grados; y un tercero, de entre 3 y 4 grados de aumento a finales de siglo, que es al que nos dirigimos según la trayectoria de emisiones actual.
“Hemos tenido en cuenta las variables que relacionan temperatura y mortalidad en los últimos 20 años y las hemos analizado con 19 modelos climáticos en los tres escenarios de temperatura citados”, explicó a EFE una de las autoras, Veronika Huber, bióloga experta en epidemiología ambiental de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC).